AGOSTO

DIA 16

“¡Que hermosa eres, amada mía, que hermosa eres! ¡Tus ojos son como palomas! ¡Qué hermoso eres, amado mío, que dulce eres! (Cantares 1:15-16)

La tradición considera que el Rey Salomón escribió este bello poema de amor por el año 960 a. C. El propósito de la obra es exaltar el amor humano, al plano que Dios quería. También es figura del amor de Dios para con su pueblo. (Benware. P.A.T.1988)

No hay dudas que este libro nos hace pensar en el amor de Cristo y su amada Iglesia. En el encantamiento mutuo de dos personas que sea aman y que se dicen cosas dulces y románticas.

No hay cosa más tierna y más sublime en el aspecto humano que amar y ser amado. Es hermoso disfrutar del amor dentro de los planes de Dios, dentro del matrimonio.

Como es posible que en devocionario, tengamos que estar pensando en un ser humano, antes que en Dios. Al contrario, empecemos a meditar en el amor incomprensible de Dios, en su ternura y cuidado, en su provisión diaria.

Luego, pensemos en la primera persona más importante que amamos, después de Dios, por supuesto. Aprovechemos para orar juntos, para tomarnos de la mano y en un cálido beso, orar para que Dios bendiga nuestro matrimonio.

Salomón y la Sulamita se amaron apasionadamente, se miraron y se dijeron cosas lindas. Rescatemos este gesto para bien del matrimonio.

Hoy da un abrazo, una visita, una flor; ama y serás amado. Dile a Dios que lo amas y obedécele. Es importante que ores porque miles escriben por crisis en el hogar. Es vital meditar en la Biblia, orar, amarse y servir a millones de migrantes que han quedado solos. Hoy adore a Dios, ame a su cónyuge y juegue con sus hijos. El amor es necesario.

REFLEXION:

¿Cuándo fue la última vez que le dijiste, te amo a tu cónyuge? Y si eres soltero(a) ama y haz bien a un ser amado.