Poder para hacerle frente a las tormentas
Todos en alguna ocasión hemos pasado por algunas tormentas en nuestra vida de una manera o de otra. Estas son causadas por diferentes factores. En ocasiones son provocadas por situaciones difíciles, por otras personas y otras veces, por uno mismo. Sin embargo, también hay algunas que Dios las permite. Aunque vienen de diferentes fuentes, todas ellas tienen un propósito para nuestra vida. En general, todas estas tormentas nos revelan cinco realidades.
1.- La naturaleza de nuestra fe.
La tormenta tiene la tendencia de revelarme la naturaleza de mi fe, qué tan confiado estoy, qué tanto creo en lo que Dios dice en Su Palabra. Muchas veces hemos recitado Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Sin embargo, es en estos momentos cuando en realidad podemos demostrar cómo andamos en nuestra fe, al actuar de acuerdo a lo que decimos que creemos.
2.- La fuerza de nuestro compromiso.
Las tormentas nos revelan qué tanto amamos a Dios. ¿En realidad le amamos tanto como decimos?. Es muy fácil cantar “te amo Señor, no importa lo que pueda venir” cuando no hay tormentas; pero cuando vienen, es el momento de demostrar si realmente nos hemos comprometido con Dios.
3.- El nivel de nuestra madurez.
La tormenta no nos hace maduros, simplemente revela nuestro nivel de madurez. La manera de desarrollarnos y crecer en madurez es decidiendo correctamente en las tormentas, al enfrentarlas en nuestro diario vivir. ¿Qué tipo de fe estamos desarrollando? Es precisamente en el momento de la tormenta cuando se revela la madurez que hemos adquirido al crecer en el Señor.
4.- Lo saludable de nuestras actitudes.
¿Qué tan saludable son nuestras actitudes para con Dios? Muchas veces pensamos que es el deseo de Dios que estemos en el polvo, y no es así. Es cierto que Él nos creo del polvo de la tierra, pero para sacarnos, y no para mantenernos allí.
5.- La medida de nuestra disposición para ser enseñados.
¿Qué es lo que aprendemos cuando llegan las tormentas a nuestra vida? ¿Estamos entendiendo el mensaje de Dios para nuestra vida? Es muy importante que en medio de las tormentas mantengamos un corazón humilde y sencillo dispuestos a ser enseñados por otros que tal vez hayan pasado por lo mismo que nosotros.
TRES OBSERVACIONES IMPORTANTES SOBRE LAS TORMENTAS.
1.- Todos pasamos por tormentas.
Aunque tal vez no queramos aceptarlo, todos hemos vivido o estamos viviendo alguna tormenta. Veamos qué dice 1 Pedro 4:12: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese”.
2.- Algunas tormentas vienen porque estamos fuera de la voluntad de Dios.
Un ejemplo muy claro de esto fue Jonás. Podemos ver tormentas en su vida porque desobedeció a Dios. Si observamos el libro del profeta Jonás, veremos como experimentó un descenso importante, primero dice que descendió a Jope, luego descendió a la parte más baja del barco, después lo echaron al fondo del mar, y por último en el vientre de un pez. Así también sucede en nuestra vida, cuando al igual que Jonás consideramos que nuestras decisiones son más importantes que las de Dios, las tormentas en nuestra vida nos llevarán cada vez más abajo.
3.- Las tormentas de Dios siempre nos llevarán a subir un peldaño más de bendición.
El hecho de que estemos haciendo la voluntad de Dios no nos asegura que no tendremos tormentas. La gran diferencia es que las tormentas que Dios pone en nuestras vidas siempre nos llevarán a una confianza mayor en Él y seguro que Dios estará trabajando en áreas que aún no hemos vencido.
Los discípulos en la barca son un buen ejemplo de esto. ¿Quién los mandó al otro lado del río? ¿quién les dijo que se adelantarán? Por supuesto, fue el Señor, ellos estaban haciendo Su voluntad, fueron en obediencia a Él. Por lo tanto, aquella tormenta que pasaron fue por obedecerle. Otros ejemplos de esto son Abraham, Job, José, etc. Si el hacer la voluntad de Dios no nos exime de pasar por las tormentas, entonces la pregunta sería: ¿Cómo podemos sentir a Dios en medio de la tormenta?
VICTORIA EN MEDIO DE LAS TORMENTAS MÁS FUERTES DE NUESTRA VIDA.
1.- Creer que Dios tiene en mente nuestro bienestar.
“Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya.” Mateo 14:6-7a
Realmente los discípulos tenían razones para estar tristes. El Señor acababa de decirles que se iría, que los expulsarían de las sinagogas por seguirle y aun los matarían por causa de su nombre. Sin embargo, Él trata de hacerles entender que tiene algo mejor en mente para ellos. Aun cuando viniera la tormenta, realmente les convendría, ya que habría algo mejor después de esto.
2.- El envía al Espíritu Santo a que nos consuele.
“Porque si no me fuere, el Consolador no vendrá a vosotros; más si me fuere os lo enviaré.”
Mateo 14:7
En otras palabras, les estaba diciendo: Ustedes van a tener al Espíritu Santo para que les ayude en medio de la tormenta. Cuando permitimos que la guía y dirección del Espíritu Santo nos lleve a toda verdad, que nos revele que debemos cambiar en nuestra vida, eso traerá gloria y gozo al nombre del Señor.
3.- El nos da la suficiente luz para atravesar la tormenta.
El es nuestra guía, cuando la tormenta se pone más fuerte, son los momentos más obscuros y es cuando más nos asustamos porque no vemos la salida. Pero en Su Palabra encontramos suficiente luz para cualquier tormenta. Él nos ayudará.
4.- Recibir el amor incondicional de Dios.
Jesús les dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) En la tormenta Él sigue recordándonos su amor incondicional. El quiere que nosotros recordemos en cada momento que no importa la tormenta que estemos pasando, Él nos sigue amando con un amor incondicional.
5.- Tomar valor de Dios para enfrentarnos a cualquier circunstancia.
Jesús quería que ellos se armaran de valor para enfrentar las circunstancias que vendrían. Era cierto que el mundo iba a rechazar a Cristo y lo iban a crucificar, pero a pesar de todo esto, Él quería que estuvieran confiados en que Él iba a salir victorioso sobre el mundo, y así como Él pudo hacerlo, ellos también podrían hacerlo en Él. Dejemos que Jesús sea el capitán de nuestra vida en medio de la tormenta, pues solo así podremos tener el poder para vencer las tormentas.
Hermanitos@s aqui les mando con todo cariño de su hermana en Cristo.
Atte:Marjorie Anabell
Mayita con amor
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