Usted supone que debe ser capaz de resolver sus problemas y alcanzar sus metas con rapidez y facilidad, de modo que cae en un estado de frenético pánico y furia cuando la vida le presente obstáculos.
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En lugar de persistir pacientemente durante un cierto período de tiempo es posible que se desquite de la “injusticia” de todo eso cuando las cosas se ponen difíciles y se rinde completamente.
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A esta situación también la llamo “Sindrome del derecho”, porque usted siente y actúa como si tuviera derecho al éxito, al amor, la aprobación, una salud perfecta, la felicidad...
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Su frustración es la consecuencia de comparar la realidad con un ideal que tiene en su cabeza. A Vd. no se le ocurre que es mucho más fácil modificar sus expectativas que manipular la realidad. Cuando los dos no coinciden condena a la realidad. A Ud no se le ocurre que es más fácil modificar sus expectativas que manipular la realidad.
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Esta frustración suelen generarlas las enunciciones deberías..
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Mientras V.d. practicando jogging puede recurrir a la queja: “Con todos los kilómetros que llevo hechos debería estar en mejor forma ¿en serio? ¿porqué debería estarlo? Tal vez se haga la ilusión de que esas afirmaciones exigentes, punitivas, le ayudarán a practicar y esforzarse más. Rara vez resultará así.
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La frustración se suma a su sensación de inutilidad e intensifica su deseo de abandonar y no hacer nada.
LIBRO: SENTIRSE BIEN pág 99-101 / AUTORES: DAVID D. BURNS / EDIT. PAIDOS
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