Parte 1
El Problema del Pecado y la Hipocresía en la Iglesia
Por: David Pratte
INTRODUCCION:
Muchas veces las personas rehúsan convertirsen en miembros de una iglesia sobre la base de que "hay demasiados hipócritas en la iglesia". En otros casos, la gente que ha sido reprendida por sus pecados podrían tratar de evitar la seriedad de su propia culpa por medio de nombrar los pecados que afirman son culpables los que están en la iglesia. Parecen sentir que, puesto que otros han sido culpables de pecado, ellos mismos no necesitan el arrepentimiento y que no deben ser reprendidos por los pecados que cometan. Algunas veces miembros sinceros, trabajadores fuertes de la iglesia se desaniman tanto por los miembros pecadores e indiferentes, que ellos mismos son tentados a desistir.
El propósito de este estudio es considerar los problemas causados por el pecado y la hipocresía en la iglesia.
Todos nosotros necesitamos estar interesados acerca del pecado en las vidas de los miembros de la iglesia. ¿Qué dice la Biblia acerca de estas personas? ¿Cuál es su condición y que consejo deberíamos darles?
Pero también debemos considerar a las personas que están tan interesadas por los pecados de otros que ellos mismos llegan a ser culpables de pecado. ¿Qué dice la Biblia acerca de estas personas? ¿Cuál es su condición, y que consejo deberíamos darles?
Parte I: Consejo para los Pecadores en la Iglesia
A veces los miembros de la iglesia son culpables de pecado e hipocresía. ¿Qué dice la Biblia acerca de esto?
A. Dios Requiere Dedicación, Servicio Obediente
Santiago 1:21-27 - La religión verdadera no es simplement
e venir a los servicios, escuchar la palabra, y pensar que somos religiosos. Por sí misma, es una religión vana. Debemos ser hacedores de la palabra, quitando lo malo de nuestras vidas, guardándonos sin mancha del mundo, refrenando nuestra lengua, y sirviendo activamente a otras personas.
1 Juan 2:3-6 - Si afirmamos que tenemos una correcta relación con Dios, pero no guardamos Sus mandamientos, somos mentirosos (nótese el destino de los mentirosos - Ap. 21:8). Para conocerle verdaderamente y estar con El, debemos guardar Sus mandamientos y andar como El anduvo.
1 Juan 3:6-8,10 - No dejarnos engañar. Si queremos morar con Jesús, no debemos pecar, pero sí debemos practicar lo que es justo. Aquellos que pecan, son del Diablo, no de Dios. Así es como se conoce un hijo de Dios de uno del Diablo -- por sus prácticas, no por sus afirmaciones.
No es suficiente simplemente declarar la dedicación a Dios, debemos vivirlo. Nunca debemos intentar excusar o tolerar nuestros pecados o estar contentos por continuar en la práctica de ellos. Debemos ser "firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor" (1 Cor. 15:58). ¿Muestra tu vida que eres un Cristiano consagrado?
[Véase también Mat. 7:21-28; 16:24; 6:33; 28.20; 22:37-40; Jn. 14:15; Ec. 12:12; Rom. 12:1-2; 6:1-18; 2:6-10; Col. 3:5-10; Ap. 3:14-16; Hch. 3:22-23].
Maissa
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