FEBRERO

DIA 20

Lectura: Números 31-33

De Números 31, Guthrie dice: “Da una buena imagen de como debía dirigirse la guerra santa, como los guerreros que participaban debían ser purificados, y cómo debían dividirse los despojos. El líder Moisés fue instruido para llevar adelante la venganza del pueblo sobre los madianitas a causa de lo sucedido en Peor. Las mujeres y niños eran prisioneros y los ganados y propiedades llevadas como botín; que sería repartido por igual entre los que fueron a la guerra y los que se quedaron. Estas tribus eran solidarias”.

Dios es el Señor de la historia, es soberano; y sabe lo que hace. Aquí encontramos un Madián enemigo de Israel, que no se humilló al Dios Único y Verdadero; y que tuvo que ser destruido en gran parte, ya que hizo pecar a Israel contra Jehová, por consejo de Balaam.

Mientras Aarón fue de carácter débil, y permitió incluso hacer un ídolo de oro. Moisés, fue diferente, supo enfrentarse con los opositores. Esto no significa que él fuera un tirano, un dictador; si no un hombre de Dios que supo guiar a Israel en la voluntad de Dios.

En Números 32, Moisés logró que las tribus de Rubén y Gad se unieran a la guerra ya que dijeron: "Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos. Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán". Números 32:32. Ellos fueron premiados al obedecer al Señor y al líder Moisés. Si Israel no obedecía se hacía responsable de una severa sanción, al no expulsarlos de Canaán "serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados".

Dios da a Moisés órdenes estrictas para que los israelitas destruyan todo resto de idolatría que encuentren en el país. Dios les asegura que, así lo hacen, les pondrá progresivamente en plena posesión de la tierra prometida, caso contrario, se herirán con las mismas espinas. (Matthew)

El creyente tiene una guerra espiritual, con los enemigos: la carne, el mundo y el diablo; hay que vencerlos en el nombre del Señor.

MEDITE:

¿Haz expulsado los ídolos, de tu corazón?