Cuántas veces de mañana salgo a caminar al campo y el silbido del arriero te nombra. Que haya paz en la Tierra, reza una vieja oración, y yo me pregunto y pregunto pero no me dan razón. Es por eso, viejo amigo, que un sólo favor te pido: alza tu sangre esta noche ven conmigo, ven conmigo. Y ayuda a encontrar respuesta a la paz que se ha perdido, a la paz que se ha perdido en el mundo de los hombres como un niño sin saber. Y cada madre que pase, con un hijo en las entrañas, sabrá que la paz del mundo es un viento que acaricia y que crece en el amor. Ven conmigo, ven conmigo. Y por cada hombre que nazca cada soldado que vuelva, la sonrisa de una novia, la alegría de una madre, en tu pecho cantará. Ven conmigo, ven conmigo, ven conmigo.
Con cariño para esta preciosa comunidad
Atte: Marjorie Anabell
Mayita con Amor.
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