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De: LEO-MARI (Mensaje original) |
Enviado: 17/04/2010 21:23 |
JEHOVÁ NUESTRO PADRE
CELESTIAL
Jehová, nuestro Padre Celestial es el Dios verdadero, y
tiene su morada en lo alto: EL CIELO.
Creador de todas las
cosas, el que nos dió la vida, y nosotros debemos ser para Él,
adorándolo.
Dios es un espíritu, no un cuerpo como nosotros, con
una vida muy superior a la nuestra.
Ningún ser humano lo ha visto
jamás, pero Él si puede verlo todo, examinando a los hijos de los
hombres.
Su hijo unigénito, el Cristo, él lo ha dado a conocer, y
nos dice que su Padre es Amor, Justo, Sabio y Poderoso.
También
nos dice que es Misericordioso, Bondadoso, Generoso, Paciente y
Perdona.
En Efesios, 5:1, se nos pide que seamos imitadores de
Dios, como hijos amados.
Unicamente debemos adorarlo a Él,
" Yo Jehová, éste es mi nombre, y a
otro no daré mi gloria ni mi alabanza a esculturas." (Isaías, 42:8)
Jehová
Dios es Limpio, y es Santo, y espera que sus hijos también lo sean,
espiritual y moralmente, mental y físicamente.
Dado en el mundo
que vivimos, deberemos esforzarnos mucho para conseguirlo, evitando
ciertas cosas que Dios odia, sino no heredaremos el reino de Dios. (
Gálatas, 5:19-20-21)
Hay quienes no creen en la existencia de
éste Dios Todopoderoso porque no lo ven, pero eso es porque no se han
detenido a observar las maravillas naturales que nos rodean, y ahí
encontrarán a ese Dios reflejado en sus obras.
Nuestro Padre
Celestial debe ser nuestro mejor amigo, como lo fué de Abraham.
(Santiago, 2:23).
El nunca nos fallará, y recibiremos grandes
bendiciones, dándonos paz interior, y en los momentos de quebranto,
siempre contaremos con su apoyo, porque jamás abandona a sus hijos, nos
demuestra su cariño y cuidado a la vez que nos consuela y hace que
superemos con éxito cualquier obstáculo que se nos presente en la vida.
" No temas, porque yo estoy contigo, no
desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia." ( Isaías, 41:10).
Él es la inteligencia
Suprema, la Fuente misma de la vida.
" Porque contigo está el manantial de la vida". (
Salmos, 36:9).
Es un Padre bondadoso, que está muy cerca de todos los
que lo aman y adoran.
Oración
Mi amado Padre
Celestial, eres mi refugio y fortaleza, y siento que tu amor me envuelve
elevándome a las regiones sublimes.
Estás en mi corazón, y tu
reino allí me ilumina, dándome luz, de la más pura, alegría y gozo.
Hay
cosas que aún no comprendo, me falta sabiduría Señor!!, pero aunque yo
no entienda pongo mi mayor empeño en comprender, y mi fe y creencia en
tí siempre la tendré.
Eres Justo, y esa justicia me dá la fuerza
para aceptar tus leyes y tu voluntad.
Ayúdame a no pecar, que no
caiga en la tentación y cometa errores, y corrígeme lo que sea
necesario.
Mi Padre Santo del cielo, cuánto y cómo te quiero, tu
reino de Paz y Amor lo llevo muy en lo interno guardándolo con devoción.
Debe
ser tan bello, allá, en lo alto, de hermosuras insospechadas, y entre
ángeles que cantan, alguna vez nos encontraremos Señor, mi Dios, mi
Padre.
"En tí me
alegraré, en tí pondré mi regocijo, un himno entonaré a tu nombre,
Altísimo." ( Salmos, 8:3).
LEONOR
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De: Debora7 |
Enviado: 18/04/2010 03:19 |
Gracias Leonor por compartir este bello mensaje
Condúceme a la roca que es más alta que yo.
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Cuando mi espíritu desmayaba dentro de mí, tú conociste mi senda.
El sabe el camino que tomo; cuando me haya probado, saldré como el oro.
SEÑOR, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación.
Porque tú has sido baluarte para el desvalido, baluarte para el necesitado en su angustia,refugio contra la tormenta, sombra contra el calor.
Pues, ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios,
Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano.
Sostenme conforme a tu promesa, para que viva, y no dejes que me averguence de mi esperanza.
…la cual tenemos como ancla del alma, una esperanza segura y firme, y que penetra hasta detrás del velo.
Sal. 61:2 Fil. 4:6,7 Sal. 142:3 Job. 23:10 Sal. 90:1 Is. 25:4 Sal. 18:31 Jn. 10:28 Sal. 119:116 He. 6:19 |
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