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Efe 6:11a, “Vístete con toda la armadura de Dios...”
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5. La armadura no es algo que se usa eventualmente (part-time). La armadura no es opcional. La armadura no es algo que se usa una vez por semana.
6. Si quieres encontrarte con el Señor en su aparición en gloria, si quieres encontrarte entre los victoriosos, tú también tendrás que obtener la victoria aquí. ¿Cómo? Vistiéndote con “toda la armadura de Dios.”
7. Satanás nunca para. Nunca cesa. Somos soldados en guerra. Estamos siempre al frente de batalla. Eso hace necesaria una buena estrategia de preparación, Efe 6:10, “Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.”
3. El lenguaje de S. Pablo se encuentra salpicado de conceptos de la guerra espiritual:
a) 1 Tim 6:12, “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.”
b) 2 Tim 2:3-4, “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.”
c) 2 Tim 4:7-8, “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
4. S. Pablo ve al soldado romano y se da cuenta que el creyente debe armarse como él si quiere ser vencedor. Toma literalmente esos componentes (los cuales analizaremos detenida-mente más adelante) y los convierte en armas espirituales para quien pelea una guerra espiritual, Efe 6:14-17,
- “Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; 16 en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. 17 tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.”
5. Lo que más desea es que nos cercioremos sobre la necesidad de esa armadura. ¡Tienes que ponértela o pierdes!
A. Efe 6:11, “Vístete con toda la armadura de Dios para que puedas estar firme contra las asechanzas del diablo.”
Dice 1 Pedro 5:8,
- “Sed sobrios y velad, porque vuestro enemigo el diablo,
como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.”
2. El enemigo es el diablo, eso lo define claramente S. Pablo en el siguiente versículo, Efe 6:12,
- “porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
3. Pedro compara a los ataques de Satanás a los de un león hambriento. Si haz visto algún programa del Discovery Chanel o del canal de National Geographic, seguramente haz visto lo que hace un león para atrapar a su presa.
B. ¿Cómo es el enemigo? Para identificar al enemigo tienes que percatarte sobre cómo trabaja.
1. Que tiene poder, lo sabemos. Que lanza ataques, también lo sabemos. Lo que muchas veces no sabemos es su manera de operar. Escucha el lenguaje de S. Pablo para definir el modus operandi del enemigo, Efe 6:11,
- “Vístete con toda la armadura de Dios para que puedas estar firme contra las asechanzas del diablo.”
2. Quiere decir que el “asecho” de Satanás envuelve un estudio detallado de tu persona, de tus hábitos, de tus gustos, de tu genio, de tus debilidades.
3. Se queda asechando porque sabe que hay algunas cosas que haces cuando estás solo. Va tratar de buscar medios para que te quedes solo y te dediques a la práctica que te va llevar a la derrota.
4. Se queda asechando porque sabe que hay algunas cosas que te gusta comer o beber. Busca ponerte en la posición donde tengas que quebrar tus principios.
5. Se queda asechando porque sabe que hay algunas cosas que te gusta ver, especialmente cuando estás a solas, o que te gusta oír. Tan pronto como ve la oportunidad allí está.
C. Los ataques del enemigo, sin embargo, no se reducen a la arena de la tentación moral. El asecha tus debilidades. Usa métodos que él sabe te van a llevar al fracaso. Muchas veces usa a personas o situaciones.
2. Recuerda que por detrás de esa persona, en el trasfondo de esa película, en la letra de esa música, en las manos sobre el teclado de la computadora, está el enemigo asechando.
sabemos que lo que Satanás quiere es 1) desanimanos de la fe, 2) separarnos de Cristo, 3) enemistarnos con algún hijo de Dios. Él va usar cualquier medio.
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A. En la estrategia de guerra, un elemento esencial es reconocer al enemigo. Muchos soldados norteamericanos han muerto en la guerra de Irak porque el enemigo muchas veces es indistinguible o inidentificable. A veces se visten como policías y se parecen a los policías que los mismos americanos han entrenado.
1. En la guerra espiritual necesitas reconocer al enemigo que te quiere tumbar. Se disfraza de personas, se hace atractivo con diversiones, es más, tiene la habilidad de aparecer “como ángel de luz” (2 Cor 11:14). He visto cómo individuos han dividido iglesias invitándolos a supuestos estudios bíblicos independientes.
2. S. Pablo es claro en cuanto al enemigo, Efe 6:12, “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
3. Para poder identificarlo y salir victorioso hay dos órdenes y una promesa, Santiago 4:7, “Por tanto, someteos a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros.”
4. La única manera de vencerlo es con la armadura de Dios. No creas en la mentira que entre más tiempo pasa una persona en la iglesia, menos tentaciones vienen de Satanás. S. Pablo amonesta en 1 Cor 10:12, “… el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.”
Ante la tentación, dice S. Pablo en 2 Tes 3:3, que “fiel es el Señor quien os fortalecerá y protegerá del maligno.”
Bendiciones,