Recuerdo
"Mucha gente fue a verle y decían: De veras, aunque Juan no hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que dijo de este hombre era verdad. Y muchos creyeron en Jesús en aquel lugar." Juan 10:41-42 "
El Jordán había vuelto a ser un río silencioso. Hacia más de dos años que Juan ya no bautizaba. La multitud había vuelto a sus casas. Ya no había ningún profeta en la zona predicando el mensaje de Dios.
Los hombres tenemos mala memoria. Nos olvidamos de las cosas. Y cuando no las mencionan seguido, se olvida más rápido. Así parecía en la orilla del Jordán. Ya nadie levantaba la voz exhortando al arrepentimiento. Juan había perdido su cabeza por la espada de Herodes hacia algunos años.
Y Jesucristo estaba cerca de la cruz. Por eso, buscando un poco de tranquilidad, acosado por los fariseos y los escribas, vuelve al lugar donde su primo lo había bautizado. Fue como volver al comienzo, recordó lo que había vivido tres años atrás. Volvió a disfrutar del agua fresca del Jordán, que bañaba su memoria.
Y mientras estaba mirando el río, como siempre pasaba, volvió a aparecer la gente. Primero unos pocos, luego más. La voz se corrió rápido y se junto una gran multitud. Una vez más Jesucristo se encontró rodeado de personas que deseaban escuchar. Y una vez más, volvió a enseñarles.
Impresiona la respuesta de la gente. Todavía se acordaban de lo que Juan había dicho de Jesús. Y por ese testimonio, creyeron en El. Las personas se acordaban tres años después de haber escuchado a Juan, lo que había enseñado. Tuvo que haber sido muy convincente Juan para que lo que habían enseñado no se perdiera en la mala memoria.
¿Quién se acuerda de lo que dijiste ayer? Pasamos desapercibidos, nadie se acuerda de las cosas que decimos o hacemos. No marcamos la diferencia. No influimos en nadie. Da pena ver como algunos pierden su tiempo chateando de puras cosas vanas. El Señor les ha entregado dones y los estan desperdiciando, no se que le diran al Señor aquel día. Nuestras palabras no acercan a nadie a Jesús. Incluso a veces, alejamos a los que nos rodean de Jesucristo por las cosas que decimos.
Deberíamos aprender de Juan, que tuvo la fuerza para hablar y para influir positivamente. Para decir cosas que perduren y que se mantengan en la memoria para sumar. ¿Como se van a acordar de ti en tres años? Hoy estamos escribiendo el presente de nuestro futuro, Dios quiera que lo hagamos con palabras permanentes.
No pases al mañana, como una sombra sin efecto. Que tu vida ilumine.
Que tengan memoria, depende de ti.
GRACIAS A LA HNA. SILVIA POR EL FONDO
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