¿Y si nos dijeran que tuviéramos un día... solamente de vida.?
Sin duda iríamos y abrazaríamos a nuestra familia y le diríamos lo mucho que la amamos.
Si somos padres, seguramente hablaríamos con nuestros hijos y con nuestra esposa/os, para dejar todas las cosas en "orden", y demostrarle todo el afecto posible. Si no, con nuestros hermanos o padres, para que también ellos puedan recibir de uno, la "ultima manifestación" de cariño.
Sea como sea, nunca será suficiente el tiempo que necesitamos para poner "todas las cosas en orden".
Pero hay una cosa que sí podemos poner en orden, y que no hemos mencionado en toda la lista de prioridades. Debemos poner el orden el destino eterno de nuestra alma, después de la muerte.
No pensar en ello, sería como armar nuestras maleta, para emprender un viaje, cuyo destino desconocemos. Pero hay algo más... en este "viaje" no se puede llevar ningún equipaje! 1Timoteo 6:7 Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
En Cristo está la seguridad de nuestro viaje, El es el boleto a la vida eterna. Solo Dios sabe cuando nos llamará de este mundo. Lo importante es tener resuelto nuestro destino eterno. Si crees en Cristo como tu salvador, habrás puesto en "orden" lo principal de tu vida. ¿Lo has hecho ya.? Cristo quiere perdonar tus pecados, haciendo un obra en tu
corazón, de modo que El pueda decir:"Esta vida está en orden." Y de esta manera podrás tener el boleto preparado para el "viaje" a las mansiones eternas, ya que serás un hijo/a de Dios. Si aún no has "ordenado tu vida espiritual" te ruego que hoy lo hagas ya que nunca sabes cuando recibirás el llamado de Dios.
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