PROCLAMAR LA FE...
Dice que le hablemos al monte y le digamos que se pase al mar. Dice que hablemos. Cuando oramos debemos decirlo. El reino de Dios consiste en hablar. Dios creó el cielo y la tierra con sus palabras. Cuando Dios dijo sea la luz, fue la luz, cuando dijo: haya lumbreras hubo lumbreras! todo lo que hay en las aguas, y en la tierra existe porque El lo ordenó con sus palabras. El salmo 33;6 dice: Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. Herbreos 11;3 dice: Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veia. Cuando Jesús cumplía su ministerio también lo hacia con sus palabras, hechaba fuera a los demonios con ella, Mateo 8;16 die: Jesús hechó fuera a los demonios y sanó a los enfermos con su palabra e hizo milagros con ella. Todos conocen la historia cuando estaba en el mar de Galilea con sus discípulos y vino una temepstad, de cómo él la calmó con sus palabras. Cuando le dijo: Calla! la tempestad paró y se hizo bonanza. Cuando en la casa de la viuda de Nai donde estaba su hijo muerto, hizo callar a los que lloraban y le dijo; Niña levantate! y la muerta vivió. También cuando le dijo a Lázaro que estaba en la tumba hacía 4 dias y ya hedia salió caminando vivo cuando Él le dijo; Lázaro ven fuera! El hizo los milagros con la palabra. Cuando fue a las bodas de Cana y se acabó el vino, El pidióq que se llenaran las tinajas con agua, ellas se volvieron vino. Jesús hizo miles de milagros con la palabra. En Juan21:25 dice que se hubieran escrito todas las cosas que hizo Jesús no alcanzarian los libros.del mundo para hecerlo. En Hechos 3;6-8 vemos que su discípulo Pedro también obraba por la palabra. Pedro vio a un paralítico que estaba en la puerta de la Hermosa, quien le extendió las manos pidiendo limosna, Pedro le miró y le dijo: No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesús de Nazaret, levántate y anda! y el paralítico tomó su lecho y caminó fue al templo con ellos y saltaba alabando a Dios. Aqui este hombre no se sanó porque le dio pedro una medicina, ni se sanó a sí mismo. Pedro después de ser lleno del Espiritu Santo, e sanó por la palabra. El le dijo: No tengo oro ni plata, pero lo que tengo te doy, en el nombre de Jesús de Nazaret levántate y anda! Lo que Pedro tenia era la fe en el Señor y la palabra. Ustedes tienen la misma fe y la palabra, pero lo que impide que hagan como Pedro es que están con la boca cerrada. No tenemos ese valor! Si les dijera que hicieran lo mismo huirían. No quiero que olviden que a traves de ustedes pueden ocurrir grandes milagros pues tienen la misma fe y la misma palabra. Pedro sanó al parálitico con la palabra. Yonggi Cho
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