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De: cielo77014 (Mensaje original) |
Enviado: 08/01/2011 13:15 |
Llegamos
Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Números 13:27.
¡Llegamos? ¡Mentira! Después de esta declaración "optimista", todavía necesitaron cuarenta años para llegar a la Tierra Prometida. El mensaje de hoy es un mensaje de advertencia en contra del optimismo exagerado. "Casi" no es "Ya". Jamás celebres por adelantado la victoria que aún no venciste. Trabaja hasta el último minuto; lucha incansablemente. Nunca consideres vencido al enemigo, porque no existe enemigo vencido; cuando menos lo esperes, tendrás que enfrentar nuevas batallas. Es la lucha de todos los días. La declaración de hoy fue pronunciada por los espías que Moisés envió para inspeccionar la tierra antes de entrar y conquistarla. Ellos habían vuelto radiantes de alegría y de gozo: deberían estar exuberantes, rebosantes de gratitud a Dios, porque al fin estaban a punto de ver un sueño realizado. Pero, en vez de eso, traían una mezcla de sentimientos muy humanos. El optimismo exagerado por un lado, el deslumbramiento por las riquezas que habían visto; realmente la tierra era tierra que fluía leche y miel. Pero, el otro sentimiento era de un pesimismo asustador: "No podremos derrotarlos porque ellos son más fuertes que nosotros". ¿Te das cuenta de cómo, cuando el ser humano se aleja de Dios, sus sentimientos son como un péndulo, que oscila de un lado al otro? Pierdes el equilibrio; te entusiasmas y te desanimas con facilidad. Inicias un negocio pensando en volverte millonario, y a los dos meses piensas que cometiste el error más grande; te desanimas, no eres constante, no avanzas. Ninguna victoria sucede por acaso. La corona no es fruto de un golpe de suerte. Es necesario persistir, continuar, aunque te dé la impresión de que estás perdiendo el tiempo. La incredulidad de Israel lo llevó a vagar, errante, por el desierto durante casi cuatro décadas, hasta que toda aquella generación fuese consumida por el calor de las inhóspitas arenas. Ellos jamás entraron en la Tierra Prometida, pero nos dejaron el legado de su ejemplo; mal ejemplo. Pero la vida es así: aprendemos de las cosas buenas y de las cosas malas; imitamos lo bueno y evitamos lo malo. Haz de este día un día de lucha y de trabajo. Aquella victoria que te parece ya casi en la mano todavía no llegó. No te vistas de gala antes de tiempo; sigue luchando y confiando en Dios, hasta el último minuto. Todavía no digas, como Israel: "Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la cual ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella".
Que Dios te bendiga,
Enero, 07 2011
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De: Debora7 |
Enviado: 10/01/2011 18:36 |
Gracias por tan hermoso mensaje,gracias por compartir
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
Tu meta es Cristo, tu meta es conquistar el corazón de Jesús y cuando tu decidiste entregarle tu vida, comenzaste a conquistarlo, al enemigo de nuestras almas como no le gusta ver en ti la imagen de Cristo reflejado tratara por todos los medios de destruirte, pero que lindo es saber que Jesús esta contigo y el que esta en sus manos nadie lo puede arrebatar.
El Apóstol Pablo decía: “olvidando ciertamente lo que queda atrás”, unas palabras que de meditarlas te pueden llevar a una victoria segura, lo pasado, pasado, no puedes cambiar nada de el por mas que quieras, por mas que llores o hagas berrinches, no puedes cambiar nada. ¿Cuántos de nosotros hubiésemos querido cambiar momentos desagradables de nuestra vida?, creo que todos, pero eso no se puede cambiar, lo que paso, ya paso, ya sucedió, no puedes hacer nada por cambiarlo, por esa razón el Apóstol decía: “olvidando… lo que queda atrás”,
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