LA QUEJA
Andar quejandose es un pecado.
Quejarse les abre las puertas al diablo.
Las palabras contienen poder. Las palabras de murmuración y queja contienen un poder destructivo.
Destruyen la alegria del refunfuñador y quejumbroso y tambien afectan a quienes tienen que escucharlo.
Murmurar y lamentarse contamina nuestras vidas y probablemente es como maldecir a Dios.
Contaminar equivale a envenenar.
Podemos envenenar nuestro futuro por quejarnos de lo que nos ocurre ahora.
Cuando nos quejamos de nuestra situacion actual, permanecemos en ella, cuando alabamos a Dios en medio de la dificultad, El nos saca de ella.
La mejor manera de comenzar el dia es con gratitud y accion de gracias. Adelantesele al diablo. Si usted no llena su mente y su conversación con cosas buenas, definitivamente él se las llenará con las malas.
La gente verdaderamente agradecida no es quejumbrosa. Estan tan ocupados agradeciendo las cosas buenas que no tienen tiempo para notar las malas por las cuales podrian quejarse.
El mundo está lleno de dos fuerzas: el bien y el mal. La Biblia nos enseña que el bien vence el mal. Si nos vemos enfrentados a una situación negativa (mala), podemos superarla con el bien.
La alabanza y la accion de gracias son buenas; la murmuracion y la quejumbre son malas.
La murmuracion y las quejas le abren la puerta a la destruccion.
La alabanza y la acción de gracias le abren la puerta a la vida. Joyce Meyer