Gracias por compartir hermosa palabra
Si usted medita en la Biblia noche y día, eso comenzará a salir de su boca. Su palabra será “siempre con gracia, sazonada con sal”, como dice Pablo (Col. 4:6). Será el tipo de conversación que edifica a los demás en vez de aplastarlos (1 Co. 14:26; 1 Ts. 5:11).
El propósito de meditar en los mandamientos de Dios es: “para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito”. El propósito no es solo el conocimiento sino la obediencia. Aquí la promesa es que la meditación finalmente producirá un cambio de actitud porque nuestro corazón estará saturado de la Palabra de Dios. David pide en el Salmo 19:14: “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío”. Él está pidiendo: “Oh Jehová, gobierna y guarda la meditación de mi corazón”. ¿Por qué? Porque eso es lo que se va a ver en mi comportamiento.