Lorens un santo de Edad Media. Después que conoció a Dios, se lleno de agradecimiento a Dios en un monasterio. Pero no fue fácil entrar al monasterio ya que en esa época aceptaban solamente a los nobles y el era un plebeyo, no con mucha preparación, lo peor fue su invalidez fisica. Pero por la gracia de Dios, entró al monasterio como cocinero. Siempre pensaba en el Señor, cuando salaba la comida decia "Señor haz de mí como la sal para glorificarte". Cuando probaba la comida decía "Señor que yo pueda dar sabor de Cristo a los demas para tu gloria". Cuando limpiaba decía "Señor purificame para tu gloria". Toda su vida estaba centrado en oración. Con todo amor y dedicación sirvió a los monjes. Mientras pasaba el tiempo, los monjes tenian semblante caído por las continuas penitencias, ayuno y oraciones, mientras que el semblante de Lorens resplandecia como la luz. Estaba siempre sonriente. Porque el conocia el gozo del Señor. Desde entonces los monjes llegaban a la cocina para ser fortalecidos. Viendo a Lorens entendieron el corazón de Jesus. Con el pasar del tiempo, todos los monjes eligieron a Lorens como el abad del monasterio. Lorens siempre dijo "El unico motivo de mi vida es el amor de Dios. Yo quise hacer todo para Dios. Sea lo que se presente ante mi vida, yo siempre seguiré a Dios y me moveré por el amor a Dios, lo que yo puedo decir es que hasta que me muera trabajare porque amo a Dios". No es que el hizo grandes obras para que el amor de Dios se manifieste en él, sino cosas tan sencillas como cuando cocinaba, o cuando echaba la sal o cuando limpiaba, en todo pensaba de Dios y en su amor. No es por la obra grande e inmensa que Dios manifestará su amor, sino por su dedicación diaria, por su servicio diario y por su oración diaria y por su acción de gracia diaria que es la muestra del amor de Dios a su vida. Pastor David Cho |