El pecado de Eli y sus hijos (1 Samuel2.21-36).
Eli era en general un hombre bueno, pero debil, descuidaba la disciplina moral de sus hijos y no contenia su desenfreno. Ofni y Finees no eran contrarios a las ideas ni a la moral de los cananeos. Tenian relaciones ilicitas con las mujeres que servian en la entrada del tabernaculo. Tambien eran glotones: no observaban el ceremonial de los sacrificios, sino que tomaban la mejor parte, que pertenecia a Dios, aun antes de que la ofrenda hubiera sido siquiera presentada a El. Así profanaban el tabernaculo con su avaricia y viles acciones y volvieron a los israelitas contra el culto de Jehova. A la muerte de Eli, sus hijos habrian de convertirse en los mas altos lideres de la nacion. Desoian las reprensiones de su padre,"porque Jehova habria resuelto hacerlos morir". Como en el caso de Faraon (Exodo 8:15,10:1,2), los hijos de Elí ya habían endurecido sus propios corazones y ahora Jehova los abandonaba. Eli erro por su indulgencia paternal, no sometiendolos a la disciplina que sus grandes delitos merecian, los reprendio, pero ya era tarde. El nuevo Testamento insiste en que el lider espiritual debe ser capaz de gobernar su propia casa y mantener sumisos a sus hijos. Si no, "¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?" (1 Timoteo 3.4,5). Ante la vista de Dios, la debilidad es pecado; el siervo de Dios que tolera la maldad de sus hijos y de sus ayudantes, es complice de ellos.
Dios envio un profeta a Eli para anunciar el severo castigo que caeria sobre su familia. Le recordó el gran privilegio de haber sido elegidos al sacerdocio de Jehova y su ingratitud y la de sus hijos. De tal manera que el sacerdocio les sería quitado y otro sacerdote sería escogido para reemplazarles.... Pablo Hoff