Permítanme citar lo que dijo un viejo predicador acerca del tema de la oración, y comentarlo como un pequeño consejo para ustedes: "Recuerden que el Señor no los escuchará por la aritmética de sus oraciones; Él no cuenta su número. Él no los escuchará por la retórica de sus oraciones; no le importa el lenguaje elocuente en el que son transmitidas. Él no los escuchará por la geometría de sus oraciones; no las calcula por su longitud, ni por su anchura. No los considerará por la música de sus oraciones; no le importan las dulces voces, ni las frases armoniosas. Tampoco los mirará por la lógica de sus oraciones; porque estén bien arregladas y excelentemente compartidas. Pero Él los oirá, y medirá la cantidad de bendición que les otorgará, de acuerdo a la divinidad de sus oraciones. Si ustedes pueden argumentar la persona de Cristo, y si el Espíritu Santo los inspira con celo y sinceridad, las bendiciones que pidan, de seguro vendrán a ustedes."Spurgeon
|