Recuerda, no es la lectura apresurada de verdades santas y celestiales - sino la meditación seria en ellas lo que las hace dulces y provechosas para el alma. No es el mero toque que la abeja hace a una flor lo que produce la miel - sino su permanencia por más tiempo sobre la flor lo que le permite extraer el dulce. El cristiano más escogido, dulce, sabio y fuerte no será aquel que lee más, sino aquel que medita más." - Thomas Brooks
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