John Newton dice: "la gracia de Dios es muy necesaria para formar un temperamento correcto en los cristianos, tanto en relación al rompimiento de un plato, como en relación a la muerte de un hijo único. Estas pequeñas grietas necesitan ser resanadas con sumo cuidado. La plaga de las moscas no es más fácil de ser contenida que la del ángel destructor. El justo debe vivir por fe tanto en las cosas pequeñas como en las grandes. El creyente debe estar consciente de su propia incapacidad tanto en las menudencias como en los ejercicios más nobles. No debe decir nunca de ningún acto: "ahora soy lo suficientemente fuerte para ejecutar esto; no necesito ir a Dios en oración para esto; se trata de una minucia; está por debajo de la dignidad de Dios, y yo me basto por mí mismo para ello." Spurgeon |