¿M E A M A S?
Un día, temprano en la mañana me levanté para observar la salida del sol. Oh, la belleza de la creación de Dios va más allá de la descripción! Mientras observaba, alababa a Dios por su bella obra.
Sentada ahí, sentí la presencia del Señor conmigo. "Me amas?", me preguntó.
"Por supuesto, Dios! Tú eres mi Señor y Salvador!
Entonces me preguntó: "Si estuvieses físicamente incapacitada, aún me amarías?
Me quedé perpleja. Miré mis brazos, mis piernas, el resto de mi cuerpo y me pregunté cúantas cosas que hoy me parecen tan sencillas sería incapaz de hacer.
"Sería difícil, Señor, pero aún así te amaría"
"Si estuvieses ciega, amarías aún mi creación?
Cómo podría amar algo, siendo incapaz de verlo! Entonces pensé en toda esa gente ciega en el mundo y cuántos de ellos aman a Dios.
"Es difícil pensarlo, pero aún así te amaría".
"Si fueses sorda, escucharías aún mi Palabra?"
Cómo podría, siendo sorda? Entonces comprendí que escuchar la Palabra de Dios no es meramente usar nuestros oídos, sino nuestro corazón.
"Sería difícil, pero aún escucharía tu Palabra".
"Si estuvieses muda, alabarías aún mi Nombre?"
Pero cómo puedo alabar sin voz! Entonces se me ocurrió que Dios desea que le cantemos desde nuestra alma y corazón sin importar cómo sonemos. Y cuando alabamos a Dios no lo hacemos siempre con un cántico, y cuando somos perseguidos, le damos alabanza a Dios en nuestras palabras de gratitud.
"Aunque no pudiera cantarte físicamente, alabaría aún tu Nombre".
"En realidad me amas? me preguntó el Señor.
Con valor y profunda convicción le contesté resueltamente. "Sí Señor! Te amo porque tu eres el Dios único y verdadero!" Pensé que había contestado correctametne, pero Dios respondió:
"Entonces por qué pecas?"
"Porque soy humana, Señor, y no soy perfecta!"
"Entonces, por qué en tiempos de paz, te alejas de mí, y en tiempos de angustia oras con el corazón?"
No hubo respuesta. Sólo lágrimas.
"Por qué solamente cantas en el templo? Por qué me buscas sólo en tiempos de adoración? Por qué me pides cosas tan egoístas? Por qué pides sin tener fé?"
Las lágrimas continuaron rodando por mis mejillas.
"Por qué te averguenzas de mí? Por qué no testificas de mí? Por qué en tiempos de prueba, lloras sobre otros hombros que no son los míos? Por qué pones pretextos cuando te doy la oportunidad de servir?"
Intenté contestar, pero no hubo respuesta que dar.
"Eres bendecida con la vida. No te hice para que desperdiciaras este regalo. Te he bendecido con talentos para servirme, pero contínuas dándome la espalda. Te he revelado mi Palabra, pero no obtienes el conocimiento de ella. Te he hablado, pero tus oídos están cerrados. Te he mostrado mi Gloria, pero tus ojos nunca la vieron. Te he enviado mis siervos, pero te has quedado sentada y no has pasado ante el llamado. He escuchado tus oraciones y las he contestado todas, pero no entendiste su significado. En verdad me amas?"
No podía contestar. Cómo podría hacerlo? Estaba terriblemente avergonzada. No tuve excusas. Cuando hube llorado y las lágrimas habían fluído dije:
"Señor, por favor, perdóname! Soy indigna de ser tu hija!"
Pero El me contestó: "Esa es mi Gracia, hija mía".
"Entonces, por qué contínuas perdonándome? Por qué me amas tanto?"
"Porque tú eres mi creación. Tú eres mi hija. Nunca te abandonaré. Cuando llores, lloraré contigo. Cuando rías, reiré contigo. Cuando caigas, te levantaré. Cuando estés deprimida, te animaré. Cuando te sientas cansada, te llevaré sobre mis hombros. Estaré contigo hasta el fin de los días, y por siempre te amaré. Sólo tú permanece fiel".
Nunca antes había llorado como en ese momento. Cómo pude lastimar a mi Dios con todo lo que hice! Le pregunté: "Cúanto me amas?"
Estrechándome en Sus brazos, miré Sus manos traspasadas. Me incliné a los pies de Cristo, y por primera vez, en verdad oré.
~ Anónimo ~
ATENTAMENTE...
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