"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo

de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en

silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche" Salmo 1:1-2.

Nosotros a lo largo de nuestra vida estamos buscando dirección y preguntándonos si las decisiones que tomamos son las correctas. David oraba así al Señor para que le enseñara a poder conducirse con fidelidad:

"Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre" Salmo 86:11.

La infidelidad o caminar en la mentira es una muestra de un carácter pobre. El mundo nos ha enseñado a formar nuestro carácter a partir de nuestras emociones y no a partir del conocimiento de Dios a través de su Palabra. Las emociones cambian, son temporales, pero la Palabra de Dios sabemos que permanece inalterable.

Las emociones son importantes y nnos permiten disfrutar de nuestra relación con Dios y los demás. Pero no son un fundamento sólido para conducirnos con fidelidad a Dios, y a las personas con las que nos relacionamos.

Solamente podemos caminar en la Verdad de Dios y llevar una vida recta, fiel y prospera si llegamos a ccomprender la voluntad de Dios por medio de su Palabra y el propósito de Dios en nuestras vidas. Sólo de esa manera (caminando en su verdad y haciendo su voluntad) podremos ver cumplidas en nuestras vidas sus bendiciones y sus promesas.

También tenemos que ser personas integras de corazón firme, que temamos Su nombre. Ser personas de una sola cara, transparentes, que sin importar las circunstancias o el lugar que nos rodea, debemos conducirnos siempre de la misma manera. Haciendo todo para agradar a Dios y no a los hombres.

La instrucción, y la integridad que Dios nos da nos lleva a la fidelidad y al temor de Dios. Esto es carácter cristiano. Cómo decía D.L. Moody: Carácter es lo que eres en la oscuridad. Cuando nadie te está viendo. El comediante Will Rogers lo pone de esta otra manera: Integridad es vivir de tal manera que no te importe venderle tu Lora al chismoso del pueblo.