El poder del Rey Jesús en los corazones de Su pueblo descansa en gran manera en el hecho de que Él pone de manifiesto la verdad sin mezcla, sin la contaminación del error. Él nos ha entregado una luz pura y no tinieblas; Su enseñanza no es una combinación de la palabra de Dios y de las invenciones del hombre; no es una mezcla de inspiración y de filosofía; plata sin escorias es la riqueza que Él da a Sus siervos. Los hombres enseñados del Santo Espíritu para amar la verdad, reconocen este hecho y rinden sus almas a la influencia real de la verdad del Señor, y los hace libres, y los santifica; nada puede conducirles a repudiar a tal soberano, pues como la verdad vive y mora en sus corazones, así Jesús, quien es la verdad, mora también en ellos. Si saben lo que es la verdad, ustedes se someterán tan naturalmente a las enseñanzas de Cristo, como los niños se someten siempre a la autoridad de sus padres. Spurgeon |