En una época de fingimientos, siempre estaba barriendo con las pretensiones y estableciendo la verdad y la rectitud como Sus testigos. Y ahora, amados, esta es la manera en la que el reino de Cristo será establecido en el mundo. Por esta causa nació la iglesia y por este propósito vino ella al mundo, para establecer el reino de Cristo dando testimonio a la verdad.
Yo anhelo, amados míos, ver que todos ustedes den testimonio. Si aman al Señor, den testimonio a la verdad. Deben hacerlo personalmente; deben hacerlo colectivamente. Nunca se unan a una iglesia cuyo credo no crean entera y sinceramente, pues si lo hicieran estarían actuando una mentira, y serían, además, partícipes del error de los testimonios de otros hombres. Yo no diría, ni por un instante, nada que retardara la unidad cristiana, pero hay algo antes de la unidad, y es, "la verdad en lo íntimo" y honestidad delante de Dios. Yo no me atrevería a ser miembro de una iglesia cuya enseñanza yo supiera que es falsa en puntos vitales. Preferiría ir al cielo solo, que engañar mi conciencia por tener compañía. Ustedes podrán decir: "pero yo protesto contra el error de mi iglesia." Queridos amigos, ¿cómo podrían protestar consistentemente en contra de ese error cuando profesan estar de acuerdo con él, siendo miembros de una iglesia que lo avala? Si eres un ministro de una iglesia, en efecto estás diciéndole al mundo: "yo creo y enseño las doctrinas de esta iglesia;" y si subes al púlpito y dices que no crees en ellas, ¿qué concluirá la gente? Dejo que juzguen por ustedes mismos. Spurgeon