DEBERES CONYUGALES FACTOR NECESARIO EN EL MATRIMONIO.

Por: María Elena de Lambaren

Hoy hablare de los deberes que como matrimonio debemos de tener presente para todo aquel que desee permanecer unido hasta que la muerte haga separación entre ambos. Con la ayuda de Dios doy la mejor sugerencia para que estén siempre unidos y traten de hacer todo aquello que les podrá dar el éxito en sus vidas, siempre honrando al Señor en cada unos de sus actos, y siempre tratando de ser un ejemplo para los demás.

El Varón ante su esposa.

Ustedes esposos sean comprensivos en su vida conyugal tratando cada uno a su esposa con respeto absoluto, con amor, ternura, cariño, y con cuidados especiales ya que como mujeres somos delicadas, y ambos como pareja seamos ejemplo a nuestros hijos, familiares, vecinos y amigos de que Dios vive y reina en nuestras vidas, de esa forma nada estorbará en nuestras oraciones. 1 Pedro 3:7, Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. 

Podemos ver que la palabra nos dice dando honor a la mujer como a vaso más frágil, así es como el Señor desea que todos los varones se conduzcan en el matrimonio, pero sobre todo teniendo presente que un matrimonio que ora todos los días, es un matrimonio exitoso que siempre obtendrá la victoria en cualquier circunstancia difícil y adversa que se presente día a día, esa es una verdad bíblica que los mantendrá unidos siempre.

La Mujer ante su esposo.

1 Pedro 3:1-7

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas. Considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 

Ahora meditemos en 1 Pedro 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Sin duda alguna esa es la perfecta voluntad del Señor para cada matrimonio, por un lado la mujer cristiana debe sujetarse a su marido incrédulo en todo lo que es bueno; aunque el no conozca a Cristo, la mujer por su buena conducta le estará testificando sin palabras, sino con hechos, y ese varón podrá ser ganado para Cristo de acuerdo al buen ejemplo que vea en su esposa.

Hoy en día se hablan de la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, de ninguna manera la Biblia se opone, ni siquiera estimula a que la mujer haga o piense lo contrario, ni tampoco refiere a que el varón la someta a algo lo cual es deshonroso en ella, si ambos trabajan colaboren en los gastos mutuamente, y también en los quehaceres en casa y por supuesto unidos en la educación y cuidado de los hijos.

La Biblia refiere al varón a que ella no sea maltratada, y a la mujer a tener una conducta casta y respetuosa ante su esposo, a tener en alto la belleza interna y no la ostentación de vestidos y joyas costosas; por supuesto es clave cuidar la belleza externa con moderación con un espíritu afable y apacible, nunca caer en exageraciones en nuestra manera de arreglar, y tratando siempre de ser prudentes, no se le puede pedir al esposo una joya carísima, o un vestido de diseñador costoso, o que nos dé para una cirugía plástica, sobre todo si el esposo no gana lo suficiente para costearlo, eso sería imprudente por parte nuestra, más bien debemos ser una mujer sabia y prudente, recordemos lo que la Biblia dice:

Proverbios 14:1 La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba. Y Proverbios 12:4 La mujer virtuosa es corona de su marido; Mas la mala, como carcoma en sus huesos

Tratemos en lo posible de no ser una mujer necia e imprudente, para que nuestra casa y matrimonio no caiga que nuestro hogar esté cimentado siempre en la Roca Poderosa que es Dios, es bueno que cuando el esposo llegue al hogar nos encuentre limpias y con nuestra casa en orden.

Sara es ejemplo de sujeción y respeto a su esposo Abraham, al punto de decirle mi señor, Abigail esposa de Nabal vivía con el siendo un hombre borracho, malo de mal carácter que se negó a invitar al rey David a la fiesta del esquilado de las ovejas mismas que el rey David le había cuidado de los ladrones, ella en vez de sentarse a llorar su desgracia al saber que David vendría a vengarse y a matarlo y a destruir su casa y sus ovejas, preparo gran banquete y salió al alcance del rey a ofrecerle lo mejor para arreglar el agravio, ese es un ejemplo de una mujer prudente y sabia que ante su problema no pensó en huir o en divorcio sino arreglo el problema y espero en Dios y su perfecta voluntad, y más tarde Nabal murió, y ella termino casada con el rey David, Dios premio su sujeción.

El Apóstol Pedro exhorta a los maridos a vivir con sus esposas de manera sabia, dándole honor y respeto a la mujer siempre, porque ellas son más delicadas por naturaleza, amarlas, respetarlas, cuidarlas, consentirlas de vez en cuando, ayudarles en todo, y colaborar unidos para vivir mejor, y tratarlas como a vaso mas frágil.

El hombre por lo general es más fuerte físicamente, su voz y su fuerza es superior a la de la mujer y en diferencia a ella, puede herir al pronunciar palabras duras o quedarse en silencio e ignorarla y con gestos no apropiados herir a su mujer. El apóstol Pedro recomienda a tener prudencia para no herir a la mujer, que es y siempre será más delicada. Debe de existir una admiración por ambas partes, amor, respeto, confianza, honestidad, fidelidad, paciencia, tolerancia y prudencia, ser fiel es una virtud maravillosa es un don agradable a los ojos de Dios. 

Los deberes conyugales son mutuos tanto de la esposa como del marido, nunca negarse el uno al otro, para que ninguno caiga en pecado de fornicación o adulterio eso no es agradable a los ojos del Señor.

Deben tener presente el respeto y la fidelidad a ellos mismos y a sus hijos, sean siempre ejemplo ante ellos para que puedan ver a través de un matrimonio estable y respetuoso las verdades Bíblicas.

Y por supuesto para que las oraciones sobre pasen el techo conyugal, nada de discusiones, ni pleitos, reproches, gritos o golpes para que no haya estorbo en nuestra comunión con el Señor. Recordemos que un hogar dividido es un hogar desolado, y que a corto plazo será destruido y va directo al fracaso en todos los aspectos de sus vidas. Proverbios 14:29 El que tarda en airarse es grande de entendimiento. Proverbios 15:1 La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. Proverbios 15:17-18 Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio. El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.

Si deseas que Dios escuche tu oración ama a tu mujer y que ella se sujete a ti sabiamente, Mujer ama y respeta a tu esposo, se prudente, noble, buena, amorosa, limpia en tu persona y en el hogar, buena administradora de los bienes que el Señor les ha dado, nos seas áspera en tu tono de voz, siempre suaviza las palabras, toma tu bandera de Mujer virtuosa llena de gracia y ora en todo momento por la economía, por tu esposo e hijos para que les vaya bien y sean prosperados en todo. Proverbios 21:9 Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa.  Y Proverbios 25:24 Mejor es estar en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa.

Es necesario que ambos nos comprometamos a vivir una vida en santidad y amor, y que el respeto es un factor importante para vivir en paz, la prudencia es y debe de ser nuestra mejor aliada, la honestidad factor imprescindible, y el amor que nunca deja de ser siempre debe de abundar en nuestros corazones, marido y mujer hasta que la muerte nos separe, solamente así podrán sobre-llevar las cargas, aflicciones, necesidades, y problemas que se presenten en la vida.

Proverbios 31:10-11 Mujer virtuosa, ¿quien la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado y no carecerá de ganancias.

ORACIÓN:

Padre bendito y bueno, te ruego dame sabiduría, amor, y entendimiento para comprender y tratar a mi esposo, (a) y que juntos aprendamos cada día más de ti, y sobre todo que siempre estemos unidos y colaboremos ambos para mantener un matrimonio estable y duradero hasta que tú Señor nos llames a tu bendita presencia, que siempre seamos un ejemplo para nuestros hijos, y que con el ejemplo les prediquemos mucho más que mil palabras, y que nuestro amor, fidelidad, admiración y respeto sea mutuo por siempre amén.

Por: María Elena de Lambaren