Desde cada pequeño pueblo de Inglaterra, sin importar dónde se encuentre, ciertamente hay un camino que lleva a Londres. Puede ser que no haya ningún camino hacia otros lugares, pero con toda certeza hay un camino a Londres. Ahora, desde cada texto de la Biblia hay un camino que conduce a Jesucristo, y la forma de predicar es decir simplemente '¿cómo puedo ir desde este texto hasta Jesucristo?' y luego predicar a lo largo de ese camino." "Bien, pero," replicó el joven predicador, "supongamos que encuentro un texto que no tiene un camino que conduce a Jesucristo." "Yo he predicado durante cuarenta años," dijo el viejo predicador, "y nunca me he encontrado con un texto así, pero si alguna vez me encontrara con uno, haría cualquier cosa pero llegaría a Él, pues nunca concluiría un sermón sin predicar a mi Señor." Spurgeon
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