Lea: Ezequiel 33-36

AGOSTO

DIA 14

Todo el mundo busca una renovación: en lo social, en lo intelectual, en lo físico y lo religioso; pero la restauración máxima es la espiritual, aquella que busca recuperar los valores bíblicos y la obediencia al Señor.

“Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne” (Ezequiel 36:26)

Ezequiel había repetido incansablemente que el pueblo de Israel se había vuelto impuro a causa de sus pecados e idolatrías. Ahora anuncia un tiempo en que el Señor va a intervenir para transformar interiormente a su pueblo y limpiarlo de todas sus impurezas. La idea de la total transformación interior se expresa con la imagen del corazón y del espíritu nuevos, mientras que el simbolismo del agua limpia pone de relieve la profundidad y eficacia de esa acción purificadora. (RV95)

Una restauración espiritual es clave en esta llamada “Nueva Era” que esta llena de sincretismo religioso, que no mira su credo, y que hace énfasis a culturas religiosas del medio oriente, o sea una religión importada; cuando debemos buscar a Dios y adorarlo con valores culturales autóctonos que agraden al Señor, sin sectarismos e imposiciones religiosas.

Una restauración espiritual, no es una mera emoción avivada por líderes que se aprovechan de los incautos para engañarlos; ni es un fanatismo religioso; ni líderes que dicen sanar a la gente, pero no les enseñan la verdad completa. Una restauración espiritual, reconoce que hemos ofendido a Dios con actos de idolatría, con corrupción en lo moral; y que se arrepiente de toda maldad. Una espiritualidad cristiana, busca a Dios.

Jorge, mezclaba la oración cristiana con sus ritos hindúes y para él le daba lo mismo ir a la Iglesia Católica y después iba a una sinagoga judía es decir un sincretismo religioso. El que conoce a Cristo, sólo debe adorarlo a Él. Hay cristianos que andan como turistas visitando templos y evadiendo las ofrendas y servicio al prójimo. Ore por nosotros...

ORE:

Padre, renueva nuestra mente y espíritu para adorarte y servirte y ser útil al prójimo necesitado de ti...