AGOSTO

DIA 21

Imagine, 10 meses de preparación tenían los atletas de Grecia para participar en los juegos Olímpicos de Atenas, cada 4 años. El deportista sea de Fútbol, natación... responsable, es constante al prepararse para participar en las Olimpiadas. Así debe ser su vida..

“Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” 1 Corintios 9:25

La vida cristiana, es como el deporte de alto rendimiento, tiene la responsable actitud de abstenerse de todo lo malo. El licor, la mala noche, la inmoralidad sexual, y todo pecado lo acaba.

Un corre en el gran estadio de la vida, ante testigos, el mundo; y se despoja de todo mal, para mirar o tener como meta a Jesucristo.  Y como recompensa la corona incorruptible de gloria.

Escuche al ganador de Marcha en una Olimpiada, Jefersón Pérez de Ecuador, que dedicaba más de 4 horas al día para ejercitarse y además, para trabajar con su equipo la estrategia a seguir. Por eso ganó. Andrés Gómez, de Guayaquil, Ecuador, hace años ganó la copa de tenis, Roland Garros, porque era responsable, honesto y muy disciplinado.  

Si los deportistas ganan un premio, una medalla de oro, que es temporal, cuanto más nosotros debemos esforzarnos en la gran carrera atlética de esta vida, para ganar y obtener, la gran medalla de oro, o la vida incorruptible de gloria con el Señor.

En una conversación entre profesionales se dijo esto: Mira amigo, yo soy ingeniero civil, ganó muy bien, termino mi trabajo y me voy a un motel con otra mujer. Una dama dijo, yo soy empresaria de mucho éxito, terminó mi trabajo y me voy a jugar y beber... Luego dijo alguien, en son de burla, tu compañero eres pastor, terminas tu trabajo y no andas haciendo lo malo.  Sí, es verdad, el creyente vive bajo la guía del Espíritu para amar a Dios y servir al prójimo.

ORE:

Padre, que tu Espíritu me guíe a honrar tu Nombre y servirte.