ENERO

DIA 04

Una vez vi, un cuadro impresionante, con un bello paisaje y árboles, si uno miraba ligeramente, era bosque, pero al mirar detenidamente, se veía un riachuelo, montañas y al fin entre árboles, estaba el Señor Jesucristo. Esto es lo que veo en el Salmo 21, al rey David pero figura del Rey Jesús...

No cabe duda que aquí, David como, tipo del Mesías, Jesús victorioso. “Su corona de oro fino, es decir de justicia inmaculada y su reino no pasará jamás, una vida larga, permanente y eterna. Después de aniquilar a sus enemigos recibe un reino inquebrantable.” (Olabarrieta. Salmos)

“Oh SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el rey, ¡y cuánto se regocijará en tu salvación! Tú le has dado el deseo de su corazón, y no le has negado la petición de sus labios. (Selah) Porque le sales al encuentro con bendiciones de bien; corona de oro fino colocas en su cabeza. Vida te pidió y tú se la diste, largura de días eternamente y para siempre. Grande es su gloria por tu salvación, esplendor y majestad has puesto sobre él.” (Salmo 21:1-5)

El rey David alaba al Rey de reyes, reconoce que Dios es Altísimo, que es poderoso. Hay un cuadro interesante, en varias dimensiones. El rey se goza en Jehová, se alegra en sus victorias, concede los deseos de labios y de su corazón. ¿Alabas y agradas a Jesús? ¿Reina y gobierna tu vida? El Señor reina, pero muchas veces no gobierna. El gran problema es dejar que Jesús gobierne nuestro corazón, para que controle los pensamientos, las palabras y acciones. Se habla de la cuarta dimensión espiritual, espacio y tiempo, aquí lo vital es que el Rey debe guiar todas tus dimensiones. La espiritualidad, la vida física, mental, social y económica.

Había una vez un rey que dio semillas a varios candidatos para casarse con su hija, después de varios meses, al presentarse ante el rey, vinieron todos con plantas hermosas, menos uno, solo tenia las semillas, se burlaron de él quien al presentarse ante el rey le pidió disculpas, pero el rey dijo, este si es honesto, porque les di aparentes semillas y solo uno, se llevará a mi hija el joven que actuó con verdad. Así es Dios, premia al fiel y que le agrada.

ORE:

Padre, gracias por tu provisión a este Ministerio, que tu Espíritu me guíe a agradarte, reina y gobierna mi corazón para obedecer.

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