Ensayo en el discernimiento del Evangelio de Mateo.
Cap. 12: del v1 al v8
Estemos atentos de esas personas, que queriendo hacer la voluntad de Dios, la mayoría de las veces, se vuelven tan religiosas como los fariseos que quieren aplicar cosas de tiempos pasados con amenazas de castigo divino, castigo de lo que ya hemos sido liberados por medio de Jesucristo. Esto se da, porque esas personas se involucran, consciente o inconscientemente, con enseñanzas y mandatos de hombre que han invalidado la verdadera esencia de la Palabra de Dios dada a Jesús. Por eso, no olvidemos ni por un instante, que debemos guardarla y enseñarla a cumplir con fidelidad como obediencia a Dios y a los tiempos nuevos que son instituidos a través de Jesucristo Nuestro Señor.
Cap. 12: del v9 al v21
Debemos de conocer y discernir la enseñanza que Jesús nos comparte para reconocer, que nosotros, como hijos de Dios, somos participados de esa autoridad que satisface cualquier necesidad nuestra en todo momento, recibiendo ejemplos para entender la profundidad de la Palabra de Jesús. Sin embargo habrá muchos que no estén a favor de esos discernimientos porque va en contra de sus tradiciones, tradiciones que les han hecho sentir obediencia a cosas de las que ya deberían haber sido liberados. Por eso es necesario discernir profundamente la enseñanza de Jesús para no invalidar su Palabra ni prestarnos a discusiones que provoquen contienda. En eso reconoceremos que Jesús está en nosotros y nosotros en él, puesto que su Palabra no es para contender con nadie, ya que la autoridad de Dios que hay en ella será compartida a sus verdaderos discípulos en el momento preciso, y eso les dará lo necesario para no tratar de imponerla con gritos, gestos o amenazas, y mucho menos montando un show religioso para convencer a muchos a creer en la Palabra de Dios de acuerdo a como el hombre a torcido los rectos caminos del Señor.
Debemos tener paciencia con quienes se han desviado o han sido desviados del verdadero orden y propósito de Dios, porque han antepuesto sus pensamientos de sabiduría humana a los pensamientos y Sabiduría de Dios, por eso, debemos orar al Padre por ellos en el Nombre de Jesús, en la unidad con el Espíritu Santo, para que triunfe la verdad.
Cap. 12: del v22 al v30
Los que se muestren renuentes a obedecer los nuevos tiempos encomendados a Jesús a través de la reflexión y meditación de su Palabra expresada en el Nuevo Testamento, por obedecer las formas, métodos o sistemas de humana sabiduría, dirán que eso es cosa del demonio, pero, si meditamos bien en lo anterior, ¿en dónde se encuentra el demonio?
Cuando reconozcamos debidamente a Jesús, podremos amarrar al hombre fuerte que vive dentro de cada ser humano, al hombre tradicionalmente materialista que impide entender, que el poder de Jesús que a sus verdaderos discípulos les será compartido, deberá siempre ser aprovechado de acuerdo a la voluntad de Dios, y no, desparramado de acuerdo a la voluntad de hombre.
Cap. 12: del v31 al v37
El ser humano invariablemente ha insultado a Dios y al Hijo, manifestados a través de su incredulidad provocada por razonamientos de humana sabiduría, y de esto podrá ser perdonado al arrepentirse de ello, pero quien insulte al Espíritu Santo no será digno de perdón, porque estos que así se comportan no reconocen su verdadero origen.
El ser humano es semilla plantada para que se levanten árboles buenos que den fruto bueno, por lo que no se deberán regar estos árboles con elementos que vayan en contra de la fuente de agua viva de la enseñanza que Jesús nos comparte porque podrían ser contaminados, así que si de alguna manera nosotros hemos sido contaminados, estemos prontos a purificarnos porque si no, ¿qué clase de fruto produciremos?
Por eso tengamos siempre presente, que debemos cambiar nuestra vida y corazón de acuerdo a la Palabra de Jesús, es decir, colocarnos en nuestra condición espiritual para ser semillas de las que sean levantados arboles buenos alimentados del tesoro que llevamos dentro, para que, cuando ese árbol empiece a producir fruto, sea verdadero fruto del Espíritu. Por eso, todos los que no se esfuercen para guardar y enseñar a cumplir la enseñanza de Jesús, tendrán que dar cuenta hasta de las palabras ociosas que hayan dicho, pues, por la forma de guardar y enseñar la Palabra de Dios dada a Jesús, serán declarados justos o condenados.
Cap. 12: del v38 al v45
Los que no han creído en Jesús como dice la escritura, querrán que se les muestre algún milagro, pero sólo les será dado el ejemplo de Jesús en la obediencia a Dios, para que todo aquel que quiera seguirlo, crucifique su condición material y resucite a la vida espiritual.
Si alguno predica la enseñanza de Jesús de acuerdo a la sabiduría humana, todos los que vivieron en otros tiempos se levantarán para acusarlos de que, aunque se dicen cristianos e invocan el Nombre de Jesús, no han querido mostrarse fieles a su Palabra, y si no se arrepienten a tiempo y toman el camino verdadero a la verdad y a la vida, el espíritu malo que habían sacado de sus vidas, regresará con otros siete peores que él y su condición se tornará mucho peor que antes.
Cap. 12: del v46 al v50
Jesús nos está señalando, al igual que a sus discípulos, porque también nos estamos preparando para despertar el espíritu de valentía y dominio propio en nosotros para hacer las cosas como lo manda en su Palabra, cumpliendo así con la voluntad del Padre que está en los Cielos, lo que nos convertirá en hermano, hermana o madre de Jesús, esto último, porque para guardar su Palabra con verdadera fidelidad tendremos que soportar cambios tan difíciles y profundos en nuestra vida, tan tremendos, que podrían ser equiparados al dolor de parto, pero, cuando eso sea superado, daremos a luz al Espíritu de Jesús en nosotros, luz que nos iluminará por siempre el camino.