| [.x.Regulus de Leo.x.] |

Y entre los vestigios de un antiguo pueblo; Grecia, cuna de la civilisacion, donde enormes pilares se levantan, imponentes y majestuosos. Una figura envuelta en serenidad parece adivinarse mas alla del horizontes, cuando los rayos de una explendida y enorme luna llena iluminan su efigie. La armadura que viste es inconfundible; aquella forjada en los metales mas raros y exquisitos. Armadura dorada, que parece brillar con un destello de propia voluntad y vida. La serenidad del viento acaricia las finas sedas a su espalda; una imperial capa blanca que ondula majestuosa, danzando al ritmo que marca la indulgente brisa que nace desde el egeo.

Un caballero, distinguido por sus pasos elegantes y finos que no niegan un linaje regio y magnifico. Con un gusto tan exquisito en su caminar, que parece poseer la antigua heredad de un gran rey. Si, un inmortal Rey de los Felinos; el Leon Dorado de Nemea que brilla majestuoso como uno de los 12 signos principales del Zodiaco. Regulus de Leo, que marco una marcha imperial desde el quinto partenon hasta la escultura de Athena. Esa noche, tapizada con hermosas y pulsantes estrellas, no existia el joven, no. Hoy Regulus no es un niño hecho santo, pues en su gesto lleno de inamovible serenidad domina el gesto del acechante Leon.

Su mirada pronto encontro la sublime figura del Arcangel Sentauro. El hombre que habia forjado sobre él, el espiritu inmortal de los caballeros; guerreros que nacen durante las epocas del mundo, para proteger a la Diosa que salva y redime a la humanidad a los ojos de los Dioses. Poco a poco se acerco.- Sisifo...-Mucito, en medio del jovial silencio que hacia de esa noche una ocacion tranquila. 

"Los buenos guerreros hacen que sus adversarios vengan a ellos, y de ningun modo se dejan atraer lejos de su fortaleza."

| [.x.Regulus de Leo.x.] |

La sonrisa en el joven griego vuelve a dominar sobre sus inefables labios, en un perfecto juego tal vez de arrogancia. Ya no es el joven pupilo, que destacaba por sus ardientes ganas de batallar, ahora es un santo dorado, y sin embargo esa fogosidad ardiente aun corre por sus venas. Es el espiritu de indomable guerrero, de guardian y valiente caballero. Su cosmos se encendio, sin mas aviso que el de las sagaces palabras que le habia expresado su maestro.-...Le agradeceria, pero, creo que la mejor manera de hacerlo es justamente demostrandole que tan fuerte y capaz me he vuelto gracias a usted.-

Sus manos se cerraban con mas presion, hasta el punto que sus metales comenzaban a rechinar. Tremulos puños, ansiosos como las garras de un Leon recien despertado. Sus ojos se volvieron agudos, y sus pupilas finas y astutas como las de un felino. Por un segundo su cosmos parecia formar constelaciones al rededor de su cuerpo. Pequeñas galaxias, que no eran otra cosa que el arremolinar de los atomos dorados de su cosmo energia, y un olor caracteristico, similar al del polvo de las estrellas. Se alejo algunos cuantos pasos de la magnanima efigie milenaria de la Diosa.

Bajando con cautela; con pasos llenos de elegancia que apenas producian sonido, al ir bajando lentamente los escalones de la terraza donde se yergue la estatua de Athena. Abajo es un lugar mas adecuado para entrenar, pues como el escenario de un gran anfiteatro, es un amplio terreno libre de muros y pilares. No lo duda dos veces, y de un solo movimiento se arranca la capa, arrojandola al viento. Ahi, erguido en medio de un mejor escenario, mirando escalones arriba la figura de su maestro. Irradiando cosmo energia.- A los ojos de la Diosa, para que se sienta orgullosa de la fuerza de sus caballeros- Dijo. 

"Los buenos guerreros hacen que sus adversarios vengan a ellos, y de ningun modo se dejan atraer lejos de su fortaleza."

Sage, como va el combate?, que continuen por favor, tu indicas el tiempo pertinente para que reinicien!!

Atte

l[LC]l « Gemini No Deuteros // § [ Ahacatl Araxiel Abraxas Du Vent ] §