:::[Pruebas para Sorrento]:::
PRESENTACIòN
** En ese presizo momento mientras camina por aquel corredor oscuro el cual lo lleva directamente hacia una catacumba completamente a oscuras, aquel joven que en la oscuridad de la madrugada ha llegado desde un sector del santuario atheniense el cual permanese prohibido incluso hasta para los propios caballeros del zodiacos debido a los incontables secretos que aquellos vestigios esconden, el joven marino detiene su andar uvicancose justo en medio de aquella oscura catacumba cerrando sus ojos para asì tomarce un pequeño respiro y asì liberar su mente buscando en sus sentimientos aquella sensaciòn de adredalina y temor tal cual lo hizieron aquellos guerreros que en busqueda de su propio potencial para asì poder salir con total determinaciòn y confianza a la arena de batalla para asì pelear con pasiòn como lo han hecho aquellos que han entrenado arduamente por llegar a esa instancia para asi poder obtener su propia armadura y asi poder tener el honor de combertirce en caballeros de athena...
Mas en ese momento la voz de aquella persona que ha llegado a ese sitio recorre los pasillos llegando hasta los iodos de aquel joven que de manera inmediata retoma su caminanta por aquel pasillo en direcciòn hacia una puerta la cual yace cerrada dejando filtrar muy levemente la tenue luz de la luna revelando el contorno de aquel joven que al llegar a la puerta simplemente la empuja con ambas manos abriendola de par en par revelando sus azulados cabellos los cuales se mesen con la primera briza de la madrugada sobresaliendo por aquel casco dorado el cual en conjunto de el resto de su armadura conformada por doradas escamas de oro puro que reflejan aquellos destellos lunar emitiendo un leve resplandor el cual revela la rosades de su orbez que dirijen su mirada hacia aquella figura que apoyada contra aquella rocosa pared yace de brazos cruzados reflejando en sus fauses una singular sonriza la cual revela su manera de ser tan llena de autoconfianza en aquellas palabras que ha dejado salir por esos labios hacia el joven marino que no hace mas que mostrar una leve sonriza en sus labios mientras que frunciendo sus cejas al mismo tiempo en que cierra sus parpadoz los cuales esconden aquellos rosados ojos. **
LEVE ELEVACIòN
**Mientras se encamina en direcciòn hacia el tunel Sorrento mira al espectro Radamanthys pasar junto a el advirtiendole de alguna supuesta envoscada por parte de los athenienese, mas es asi que una sonriza se dibuja en los carnosos labios de la Marina al oìr tales palabras, es asi que simplemente se limita a responder en un tono de voz algo burlon...
-Valla...Agradesco tu advertencia, pero has de saber que no habrà nadie que detenga mi avance por las doce casas... A nadie le temo y no tengo que ser precavido en mi estadia en este santuario.-
Estas ultimas palabras dichas con tal arrogancia son debidas a las acciones de el Kyoto Radamanthys al ver de reojo las acciones de defenza que este adopta posicionandoce a las espaldas de Aiakos...
- Juh... Alparecer sin el campo de fuerza de Hades, estos no son nada...-
Con total arrogancia Sorrento expresa su sentimientos hacia los Kyotos mientras que continua caminando en direcciòn hacia Kagaho de Bennu a quien se dirige de la siguiente manera...
-La estrella celestial de la violencia, Kagaho de Bennu, el mas valiente con quien me he encontrado en el inframundo... ¡Vamos por ellos!-
Luego de expresar su confianza en el espectro, Sorrento comienza a irradiar su devastador cosmos el cual envuelte por completo su antagonia liberando un calido resplandor dorado al mismo tiempo en que sus doradas alas se despliegan de manera tal que de un solo aletazo logran despegar del suelo a la humanidad de la Marina en direcciòn a los cielos que yacen cubiertos por aquel lienzo infinito que ha de salvar a la humanidad. A una velosidad similar a la de la luz, como una estrella fugaz que asciende hacia lo mas alto dejando en el aire un zurco dorado el cual prevalece momentaneamente, es asi como aleja del coliceo en direcciòn hacia la casa de Aries. El zurco dorado comienza a desvaneserce en forma de pequeñas particulas que adoptan la forma de pequeñas estrellas fugaces que se piesden en la nada dandole paso a la oscuridad de la noche.**