Sísifo de Sagitario - « Saint Seiya The Lost Canvas

* En la nueva guerra santa las perdidas ya han sido demasiadas y aún no se puede ver el final, dejando que el foco protagónico de la escena se concentre principalmente en Jamir, sitio en el cual se encuentra el barco de la "Esperanza" en sus últimas reparaciones que ayuden a las fuerzas de Athena ha llegar al Lost Canvas que cada vez se ve más completo conforme un poderoso estruendo hace eco en las alrededores que se cubre por una espesa cortina de polvo que sumerge el ambiente en completo misticismo, haciendo del momento único cuando en medio de tal acto se hace notar un destello dorado que resalta y hace notar claramente la llegada de un hombre cuyo poder es el más representativo dentro de la orden de Athena, aquel que extiende sus alas como un escudo justo cuando un destello puro y determinado zurca en su mirar. - No permitiré que ensucies y dañes con tu presencia los sacrificios de todos, yo no dejaré que destruyas este barco que contiene la voluntad de muchos caballeros que con su esfuerzo lo han vuelto a la vida. - Adjunta una sublime y reconfortante voz cuando algunos destellos de luz alumbran el rostro de aquel ente, enseñando claramente su identidad como Sísifo, el Caballero de Sagitario que ahora sale al campo de batalla...*

* Un difisil combate ha dado inicio en las cercanias al mencionado lugar mientras la humanidad del caballero dorado se empieza a cubrir por cientos de particulas cósmicas que van dando forma a una capa nítida y espesa que emite destellos resplandecientes, casi cegadores que enaltesen su porte mientras empuña la mano diestra y demuestra la fortaleza que posee y desborda a cada momento, momento en el cual su mirada se vuelve mucho más determinada a defender sus ideales de justicia y compañerismo aunque esto simplemente le obligue a perder la vida que no duda en entregar en ningún instante... *

* Es así, como Sísifo se haya cubierto por una poderosa llamarada dorada mientras contrae cada uno de los músculos del cuerpo y hace que estos lleguen al límite, dejando sentir su fortaleza al tiempo que las alas del manto que porta se extienden y toman una postura que se vuelve más amenazante, dejando notar como también sus rodillas se flectan cuando su humanidad empieza a ser devorada por la energía cósmica, mas, antes de que eso suceda crea un rechazo con el suelo y desaparece instantaneamente de la posición anterior gracias a la velocidad que domina y que ahora lo coloca justo enfrente del enemigo en cuestión, dejando notar como frena abruptamente conforme el puño diestro ha alcanzado el impulso más que necesario y casi inmediatamente es dirigido con fuerza y velocidad directo al pecho oponente, intentado golpearlo con una potente ráfaga de cosmos llena de poder, un poder que sólo es alcanzado cuando se tiene a quien proteger. - Esta es mi voluntad, la voluntad de luchar por mis compañeros... No, la de luchas junto a ellos y defender la justicia y la paz de este mundo que ustedes intentan destruir, pero mientras nuestros lazos existan eso jamás sucedera! - Menciona con mayor fuerza en los vocablos justo cuando todo su poderio se concentra en ese único y solitario puño que sostiene un futuro más próspero...*