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De: SaintSeiya1 (Mensaje original) |
Enviado: 01/02/2010 07:14 |
* Uná calida mañana
de primavera en el santuario greco, lugar que ha presenciado un
sinúmero de sangrientos enfrentamientos, la brisa matutina recorria los
mágicos parajes del santuario adornando la sagrada edificicación greca,
acompañado de los sigilisoso silvidos de las corrientes de viento que
impactaban los desquebrajados pilares trayendo consigo recuerdos de
tiempos de antaño. Los rayos solares que el astro rey desprende
acarician elegantemente el firmamento mostrando una grata imagen del ancestral lugar... Cuando derepente la paz del lugar se ve
perturbada por el eco de unas botas metálicas que se acercan poco a
poco hacia el partenón greco, un jóven encapuchado quien oculta su
rostro en penumbras se aproxima lentamente a paso firme y seguro hacia
las inmediaciones del lugar, sintiendo como la reconfortante brisa
penetra entre su capucha golpeteando reconfortantemente sus mejillas.
Continúa su marcha hasta llegar al centro del partenón donde se detiene
y sube un poco su cabeza para contemplar el hermoso paisaje de los 12
templos sagrados que habitan los caballeros dorados, su manto ondea a
la par con las corrientes que sigen recorriendo el lugar cuando se
alcanza a divisar como de entre las sombras de su rostro se aprecia
como se esbosa una pequeña sonrisa que denota un conjunto de
sentimientos encontrados, nostalgia y alegria, satisfacción y
desepción, felicidad y tristeza; mientras que por la mente del
misterioso vagabundo viajan una serie de fotografías en blanco y negro.
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*No obstante, hasta arriba de aquel partenon, los rayos del sol deslumbra con alegria el santuario, y de la punta de aquellos monumentos se deribe una silueta, algo sutil, dejando ver una capa ondulearse, y el resto solo la ilusion de la silueta recreada entre sombras por el contexto de los rayos del sol y el entorno geografico, quedandose a ver aquel indivudo enigmatico que ah entrado a las tierras griegas, no hace ni un ruido, e incluso no se persive ni un cosmos, ni presencia, que alerte al visitante, solo queda el viento calido por el dia que mese su sus cabellos que ni el color teñido se deja enfocar, sin duda, el resivimiento y la bienvenida de esa persona, llegara pronto...*
kurogane... |
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*Tras observar dicha acción realizada en la cima de la edificación greca el misterioso vagabundo sube un poco mas su cabeza dejando ver de entre las sombras de su capa un mechón verde de su cabello que los tenúes rayos solares acariciaban levemente, las hojas de los mágicos parajes del lugar vagaban sin rumbo como aquel jóven, quien tras un tiempo de meditación se decidió a ir al santuario para darse cuenta al lugar donde pertenece, llegando a una seria conclusión impulsado por aquellas imágenes blanco y negro que invadían su cabeza, acciones mismas que lo llevan a dar un lento y elegante giro de 90 grados dejando percibir como su ojo izquierdo estaba lastimado... lentamente comienza a alejarse del santuario oculto entre las sombras de su manto tal como llego, dejándo una estela de gélida brisa por su trayectoria, la resonancia de sus botas métalicas provocaban un eco perturbador en el santuario, a paso firme y seguro sigue su camino inmutable, sin rencor alguno, denotando con su elegante porte una infinita paz interna. Repentinamente su marcha se detiene justo antes de salir del partenón greco, lugar donde inmaculado voltea nuevamente hacia los recintos sagrados habitados por los 12 santos dorados, posición en la que esboza una tenebrosa sonrisa* Pronto tendrán noticias mias, athena no seinto... *dice murmurando aquel vagabundo para continuar con su marcha lenta y serena con su manto meciendose paso tras paso hasta perderse en el horizonte*
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