*Desde la décimo primera casa zodiacal la figura de un joven de verdosa cabellera resalta entre los pilares del lugar, mismo que, se encuentra sentado junto a una de las columnas y entre sus manos sostiene un pequeño libro, en el cual centra totalmente su atención, una a una las paginas son consumidas hasta que su interés es interrumpido por una estrella fugaz que surca el firmamento, tras la cual un agudo mensaje proveniente del mismísimo Pope rompen la concentración que mantenía aquel caballero “Así que ya ha comenzado…” medita aquel guardián que lentamente cierra el cuaderno que le mantenía atento y con sutileza retira las gafas que cubren sus ojos, depositando ambos objetos a un costado de él, sin pronunciar palabra alguna se incorpora comenzando a caminar en dirección a la salida, tomando rumbo al salón patriarcal mientras que en su templo una sutil ráfaga de gélido aire se hace presente…*

*…- Debe de ser un asunto muy importante para que el patriarca requiriera nuestra presencia con tanta premura, me pregunto… ¿ya será el momento de al fin divertirnos?...- Declama aquel que entre las sombras permanece en total comodidad en paralelo de alguno de los tantos yustes del templo de la urna preciosa, la sonrisa de dicho personaje rompe la solemnidad que circundaba la lectura del acuariano y sobre todo, lo que significa aquel llamado no sería solo trivialidad, algo mas esta por ocurrir y aquello hace vibrar cada parte de su ser y sobre todo, aquel afilado apice que reluce de su índice. Liberando un profundo suspiro, el anonimato se desprende de aquel hombre, las tenues luces del templete revelan el bruñido de sus vestiduras además de la agudeza de su propia mirada, el cazador de Orión aparece en escena solo para seguir al erudito, para de esta manera, disipar sus propias dudas y dar una leve esperanza a su adormecido ímpetu…*

*Tras escuchar las palabras de su compañero de armas responde con un gentil ademan mostrando la afirmación a su pregunta –así es, parece urgente…- dictamina con serenidad al tiempo que avanza silente y con paso firme hasta salir de aquel templo que está a su resguardo, con gallardía sube los escalones que le conducen al recinto de piscis mismo que atraviesa sin mayor dificultad, prosiguiendo su camino hasta finalmente observar la magnánima edificación donde descansa el Patriarca del Santuario, en donde se detiene por un segundo –Kardia…- dictamina casi en un susurro, seguido del cual una fría mirada es dirigida hacia el protegido por la constelación de escorpión y con esa expresión pareciera comunicarse secretamente con él, enviándole aquel mensaje de alerta, acto seguido prosigue su andar ingresando por aquellas grandes puertas que se abren solo para darles paso a aquellos valientes caballeros –Gran Pope, ¿cuáles son sus ordenes?- exclama luego de colocar su diestra a la altura de su pecho, acto seguido inclinar ligeramente la cabeza indicando respeto hacia la máxima autoridad…*

*…- Lo sé, lo se… no tienes que decírmelo sabes…- Murmura entre dientes como si aquella mirada del acuariano fuese una forma de llamar su atención, a medida que avanzan, la sala papal se muestra ante el 8vo custodio quien no pierde tiempo al emular el saludo de su camarada ante la imagen del más alto entre los 88 -…Aquí nos tienes, patriarca…- menciona mientras da una mirada a los alrededores mientras frota su propia nariz con el índice diestro en clara muestra de un total sosiego…*

*La pacifica mirada del Acuariano se alza sutilmente solo para constatar la preocupación en el rostro del Patriarca “un enemigo aún más peligroso que el mismísimo Hades y no solo eso, sino que podría superar el poder de Zeus…” medita intentando procesar la información adquirida “así que esos extraños sucesos eran debido a una alteración en de la realidad…” profundiza sus pensamientos y mientras su diestra desciende lentamente alza el rostro comenzando a analizar las acciones del Pope “…una distorsión en el espacio y tiempo que amenaza la existencia de la humanidad, esto es un evento jamás registrado…” continua examinando los datos proporcionados por el pontífice –Así será…- dictamina con frialdad al tiempo que coloca nuevamente la diestra en el pecho, acto seguido da media vuelta dejando ondear aquella blanquecina capa que cubre su espalda “Blue gard…” finaliza su reflexión al tiempo que emprende su retirada del lugar para comenzar su misión hacia el Este de Siberia, específicamente al sitio donde se encuentra la biblioteca más grande en todo el planeta, Blue gard…* 

*…” ¡¿Más poderoso que Hades o inclusive Zeus?!” Se cuestiona internamente sintiendo ese éxtasis recorriendo su cuerpo, donde solo el constante latido de su impetuoso corazón fuese lo único audible en aquel momento, donde una  sonrisa de total deleite emerge al igual que un par de dilatadas pupilas que se centran en el creciente aguja que pende desde su diestra, mismo que pareciera reaccionar a tan maravillosa revelación de una presa que excede todo lo conocido, alguien totalmente fuera de sus estándares, un trofeo digno de encender su corazón “…¡¡Este…este es el momento que tanto espere…!!...”  continua en tan absoluta introspección obviando por completo lo decretado por el sumo sacerdote o tan siquiera considerando lo terrible de la situación para la humanidad. El objetivo está claro, cubriendo su goce tras los cabellos que emergen de su tiara, la postura erguida regresa al cazador de Orión quien hace suya la trayectoria del Acuariano quien sigue a unos pasos atrás, trazando como objetivo tan inhóspito lugar sin articular palabra alguna…*