*…Ya sacando de su sistema todo el frio y la irritación existente por encontrarse solo en tan inhóspita situación, la mueca existente en el 8vo paladín comienza a ceder a una más serena mientras recorre los alrededores con la mirada, solo distinguiendo retazos de antiguas edificaciones semi cubiertas de un níveo manto, aun cuando el ensordecedor soplo de Boreas reclama el ambiente, la marcha a lo lejos de la recién llegada alerta los sentido del cazador de Orión, mismo que recoge este descubrimiento con cierta satisfacción -…Al parecer me quitare este condenado frio muy pronto…- Palabras que parecieran repicar con el afilado elemento que reluce de la punta del índice aun entre los alongados ropajes que viste. Liberando un profundo suspiro, la figura bravía del enviado del santuario se planta frente a lo incógnito, permaneciendo con confianza a lo que pueda presentarle el destino y si cuenta con suerte, disminuir esa brecha que existe con aquella situación que sea digna del fragor flamante en su corazón…*

*…- Veo que no estaba tan equivocado…- Murmura inclinando levemente la cabeza de manera de dar una mirada más punzante y penetrante a quien finalmente se presenta ante sí, tras una rápida pero analítica ojeada, la confianza y distención abandonan el semblante del escorpión dorado a uno más acorde a una eventual pugna de no ser amistosas los propósitos de la recién llegada -…¡Hey tú! ¿Quién eres y que buscas en este lugar?...- Interroga con firmeza, puesto no es común que la gente de los poblados cercanos ronden la biblioteca de bluegraad, aun cuando se conoce la importancia de dicho lugar y de las dificultades que han de sortear para llegar hasta este punto “…No es una mujer común y corriente, sin duda es una amazona por la careta que viste pero…¿No solo Degel y yo fuimos designados para venir?¿Acaso el patriarca envió a alguien mas?...” Repasa en sus adentros mientras lentamente la diestra emerge de las alongadas vestiduras para apuntar con aquel amenazador agujón escarlata que pende de su indice a quien desconoce como aliado y no dudara de hacer retroceder si sus intenciones no son las reveladas -...Responde o tu destino no sera muy prometedor…- *

*… -… ¿Al servicio de Athena dices?...- Reitera los dichos de su hasta ahora contraparte, frase que hace que la agudeza del aguijón escarlata retroceda y hasta dudar -…No me eres cara conocida, bueno es una forma de decir jeh, mi nombre es Kardia de Escorpión y en vista de la situación actual no puedo darte el beneficio de la duda ¿Creo que puedes entender aquello, no?...- Declama llevando la misma diestra antes extendida hacia el hombro contrario, donde sus dedos toman con firmeza los ropajes que le protegían de las inclemencias del clima para desprenderse de ellos con gallardía. Es asi como las corazas protectoras del 8vo signo de la elíptica aparecen en escena, reluciendo con perfección y emulando el albor del astro rey en cada parte de ella -…¿Y bien? ¿Algo que decir al respecto?...- De nueva cuenta erige amenazante el punzante ápice en su índice hacia la supuesta emisaria ateniense, mas esta vez, los bríos apasionados nacidos de su cosmos ciñen su corporeidad en completa contraposición a los frios céfiros circundantes…*

*…”¿Chronos dice? Es lo mismo que el patriarca nos indicó antes de salir, pero, ¿Es posible un viaje entre eras?...” Entonces la duda azota la otrora arrojo acechador en el santo dorado, pues aun cuando repase una y otra vez las palabras de Shaina, su presencia en este lugar al igual que su cosmos no pareciera generar ese afán de hostilidad acostumbrada al enfrentar cualquier tipo contienda -…Que divertido…- Es la escuálida réplica a tal revelación al instante que el brío beligerante que le ceñía va mermando hasta desvanecerse -…Lo que dices sobre el titán del tiempo es lo mismo que acaba de encomendarnos el patriarca a averiguar en este condenado lugar, pero…-  Una afonía inadvertida entonces irrumpe entre las palabras del griego como si se permitiera un momento para repasar toda la nueva información y sobre todo el objetivo encomendado -…¡Aish! ¡Si tan solo Degel estuviese aquí entendería todo esto!...- Vocifera a todo pulmón rascándose la cabeza con la zurda -…En fin, si eres un santo de Athena de otra época tendrás que acompañarme para que tú misma le cuentes lo ocurrido al patriarca, pero si intentas algo, no tendrás tanta suerte como ahora…- Concluye convencido en su decisión mientras voltea y avanza no sin antes recoger de la nieve, los alongados ropajes que hace unos momentos se habría desprendido -… ¿Y bien? ¿Aceptas?...- Cuestiona dando una mirada por sobre su hombro sin detener su marcha sea cual sea la respuesta de su supuesta camarada de armas…*

*…”Ya se me hacía extraño que no trataran de intervenir…aunque la suerte no parece favorecerme esta vez, que lamentable…” mentaliza en pos a la nueva voz que rompe el cantico de Bóreas, como si la misma lobreguez y arrogancia irradiada por el nuevo participante bastara para que 8vo defensor reconociese su procedencia sin dificultad. Sin más que una leve sonrisa, la marcha del escorpión no merma aun cuando la distancia entre ambos se abrevia con cada paso de este último logrando rebasarle sin siquiera dedicarle una mirada -…Degel ya se adelantó, vamos quedando atrás, apresúrate…- Ordena a la amazona de plata obviando completamente los dichos del gigante mientras adapta la capa que hace unos momentos recogió de la nieve, para cubrirse con ella solo dejando a la vista los disparatados cabellos azulados, los mismos que ahora resguardan celosamente la punzante mirada del griego…*