Reflexion
La luz de un nuevo dia baña el santuario y sus alrededores tras una noche ciertamente agitada para 2 de los aspirantes a armaduras doradas
Al parecer estoy levantando demasiadas sospechas
fijandose la atencion en el centro exacto del coliseo, donde la figura de un hombre yace impavida, sin movimiento alguno, como si estuviera sumergido en una concentracion absoluta pues ni su mirada puede apreciarse, siendo ocultados sus ojos por las sombras que regala su cabello
Quiza lo mejor sea permitir que el bondadoso Saga se muestre de aqui en adelante... asi, esperare el momento preciso para adueñarme de lo que me pertenece. ¡Hm! ¡Hm! ¡Ja Ja Ja!
haciendo de su risa un eco que se esparce por todo el lugar, de momento deshabitado, y testigo de una fuerza abrumadora la cual proviene del unico personaje que se encuentra aqui... encerrando en aquella integridad un poder cosmico casi que absurdo; uno que bien podria enfrentarse a los Dioses sin que tuviese nada que envidiar
Athena...
de pronto, el ambiente tenso que se vivia hace unos instantes desaparece conforme una voz mas clara, mas calida se adueña de su cuerpo. Elevando su cabeza y mirada que ahora se observa claramente... una mirada azul y pura que completa la expresion de un rostro carismatico, digno de los hombres que defienden a la Diosa de las guerras justas, mientras su larga melena sufre una transicion muy rapida pasando de un gris claro a un tono similar al de sus ojos
Yo, no soy digno de protegerte
en tanto su mano diestra se empuña con tanta fuerza que un hilo de sangre resulta de la misma, simbolizando la impotencia y enorme decepcion hacia si mismo. Sin embargo, su lado benigno ahora reina por tiempo indefinido sin que un apice de la maldad pueda ser percibido... aun para el mismo patriarca que lee en los movimientos de las estrellas, las intenciones oscuras de Saga se suprimen, permitiendo que a su alrededor emerga la creencia que aquel es el aspirante mas benevolo de esta epoca.