La masonería como magia sagrada
Ante todo, hay que precisar que la magia es uno de los múltiples nombres que se la han dado a la ciencia sagrada. La Ciencia Sagrada tiene un origen milenario, que ha existido desde que existe el hombre sobre la tierra. La masonería es en toda la extensión de la palabra, la única que ha sobrevivido intacta hasta hoy, como representante legitima de esa Ciencia Sagrada. Esta Ciencia trata de los secretos de la naturaleza; un arte divino que consiste en tomar contacto con el alma universal, para dominar, las fuerzas materiales y espirituales. Según Paracelso, la Ciencia Sagrada o magia es una sabiduría Secreta, que lleva consigo el poder de experimentar e investigar cosas inaccesibles a la razón humana. En el antiguo Egipto los magos, al igual que hoy los masones interactuaban en niveles políticos, tanto como en los niveles rituales; con el fin de modificar aspectos de la vida social de la Nación. En Egipto, la técnica mágica se aplicaba de manera especial a tareas diversas de la vida política, donde el Faraón era centro de toda la vida mágica. En primer lugar para la masonería , la creación universal se presenta, en efecto, como una maravilla viviente, una gran Logia, habitada por fuerzas constructoras, ocultas y misteriosas que escapan a la comprensión profana, y cuyo interior hay una compleja red de invisibles y potentes vínculos que el masón puede llegar a poner en marcha, si es que descubre que hilos manipular. Pero, desde otra perspectiva, la Ciencia Mágica sólo muestra su auténtica naturaleza una vez que se ha desvanecido el encantamiento que nos mantiene dormidos; en el cosmos existen también fuerzas contrarias al hombre que intentan someternos a un maléfico hechizo, pero sólo si recuperamos la visión iniciática lograremos vencerlas, la vida terrena es una apariencia de sueño que nos atrapa y que debemos liberarnos. La creación es el fruto de Dios, la obra mágica del creador, el Gran Mago Arquitecto del Universo forjador del orden cósmico
Durante mucho tiempo la Magia ha sido confundida con prestidigitación
de los circos, alucinaciones de mentes perturbadas y delitos de
ciertos
malhechores fuera de lo corriente. Por el contrario, hay muchos que se
apresurarían a explicar que la Magia es el arte de producir con la
mente efectos con
ausencia de causas; y basándose en tal definición el vulgo dirá —con
el buen
sentido que caracteriza a la gente común, en medio de mucha in-justicia
—
que la Magia es un absurdo.
Pero de hecho no puede tener analogía con las
descripciones de quienes nada saben sobre el tema; además, nadie la
habrá de
representar como esto o aquello: es lo que es, surge de sí misma
solamente, tal
como la matemática, pues