En el Templo de las Luces

Hace años una persona llamada Eliud Mosan. Que vivía como muchos en una ciudad, en la cual había estudiado y luego conseguido un empleo, y todo parecía probable que terminaría sus días como tantos como un ciudadano más, alguien común y corriente.

Un día mientras caminaba por una calle poco concurrida ya de noche, Hiram Abiff, el misterioso Guía de los Hijos de la Viuda se le apareció luego de un destello luminoso. Hiram dijo: ¡ Eliud Mosan hombre de brillantes perspectivas ! Deja tu vida común y profana y encuéntrate conmigo en el Templo de las Luces dentro de tres días. Entonces despareció de su vista en otro destello de intensa Luz.

Eliud Mosan, tembloroso, fue ante sus familiares y les dijo que había sido invitado a dejar su vida profana. Sus familiares se alarmaron tanto, por lo que veían en su rostro y por el intenso brillo de sus ojos, que no pusieron atención a lo que él les decía. ¡ Pobre Eliud Mosan ! Se ha vuelto loco. Pero luego olvidaron todo.

El día convenido, Eliud Mosan encontró a Hiram Abiff justo a las puertas del Templo de las Luces, quien le dijo: Entra al Templo de las Luces, Eluid Mosan vio un fuego abrazador dentro del Templo y temía entrar, por temor a quemarse, Hiram le dijo arrójate al fuego, pues ese fuego no consume sino edifica.

Eluid Mosan lo hizo, aún cuando se preguntaba si no estaría loco.

Puesto que podía quemarse, no se quemó, pero sintió un fuerte vértigo que le hizo perder la noción del tiempo y el espacio, cuando Eliud Mosan cobró consciencia se vio en una Fragua, y el Forjador de metales le dice: ¡ Hombre Necio ! que hace tan cerca del Fogón ¿Qué estás tratando de hacer?

Eliud Mosan contesta: Realmente no lo sé, pero, ¿Qué hora es?

Me preguntas por la hora, creo que es la hora de comenzar los trabajos, contesta el Forjador, pues se me hace tarde.

Luego dijo el Forjador de metales, pero te llevaré a mi choza de cañas junto a la mina, me sorprende que tan cerca del fuego no te hayas lastimado, pero ya veremos qué se puede hacer por ti.

Cuando el Forjador de Metales descubrió que Eliud Mosan era un Hijo de la Viuda Balkis, aprendió de él a leer en la Naturaleza y en las Estrellas. A su vez Eliud Mosan recibió el arte de saber Forjar Metales y ayudó al Fundidor en su trabajo. Después de tres años, apareció nuevamente Hiram Abiff, esta vez flotando al pie de la cama de Eliud Mosan, y dijo: Levántate, despierta ya y deja a este Forjador. Pronto descubrirás tu nueva Luz.

Eliud Mosan abandonó la Fragua de Tubalcaín inmediatamente, vestido como un Herrero, y viajo por la tierra hasta que llegó a un camino. Justo cuando rompía el Alba vio aún Maestro Albañil camino a su Labor, ¿Buscas trabajo? Preguntó el Maestro Albañil, pues necesitaré de un ayudante en mis faenas.

Eliud Mosan lo siguió en absoluto silencio. Trabajo para el Maestro Albañil durante cinco años, al cabo de los cuales había aprendido mucho sobre los secretos de la albañilería.

Justo a la media noche mientras hacía cantería a la luz de una antorcha. Hiram Abiff se le apareció y dijo: Deja ese trabajo de cantero, viaja hasta la próxima ciudad y usa los ahorros de tu salario para transformarte en mercader.

Eluid Mosan obedeció.

En el mundo Eliud Mosan se hizo conocido como mercader, sin ver nunca a Hiram Abiff durante siete años y más en los cuales compró y vendió. Había Ahorrado una gran cantidad de Oro y estaba pensando en comprar un Palacio, cuando de pronto apareció Hiram Abiff y dijo: con el Oro que acumulaste acuérdate de los pobres y bendícelos, deja tu trabajo de mercader y trabaja ahora para bien de ti mismo. Eliud Mosan así lo hizo.

Eliud Mosan pronto comenzó a mostrar grandes dotes de iluminación espiritual. Ayudaba y socorría enfermos, curándolos milagrosamente, servía a sus prójimos desinteresadamente y durante horas meditaba silenciosamente, y su conocimiento de los misterios se volvió más y más profundo. Y así, enseñaba a los demás el Noble arte de la Albañilería.

Pronto Clérigos de muchas religiones, filósofos y otros lo visitaban y preguntaban ¿Con quién has aprendido el Secreto Arte de la Construcción?

Es difícil de decirlo, decía Eliud Mosan.

Sus discípulos preguntaban constantemente: ¿Cómo comenzaste tu carrera de Constructor de hombres libres?

El decía: Como estudiante desde niño a los tres años y empleado común en mi ciudad natal.

¿Y abandonaste esa vida profana para dedicarte al ascetismo?

No, simplemente la abandone contestaba Eliud Mosan

Ellos no comprendían

La gente se acercaba a él para escribir la historia de su vida,

¿Qué has hecho en tu vida? Preguntaban

Fui al Templo de las Luces les decía y ahí mi vida cambió por completo. Hice mis viajes, aprendí, trabaje y ahora estoy aquí presente ante ustedes.

Pero, dónde está ese mítico Templo de las Luces, tus acciones son inexplicables, y lo que nos dices de viajes, aprendizajes y trabajos no nos arroja luz sobre tus extrañas enseñanzas.

Así es, concluyó Eliud Mosan, todo se resume en viajes, aprendizajes, estudios y mucho trabajo, y esto da como resultado final la Transformación Positiva.

Luego los biógrafos construirán alrededor del Francmasón Eliud Mosan, una maravillosa leyenda y una estimulante historia, una historia que esté en concordancia con el apetito del oyente y del lector, pero la realidad es que la historia de Eliud Mosan comenzó cuando fue invitado a iluminarse en el Templo de las Luces. Lo único que el fuego consumió de Eliud Mosan en aquel momento fueron sus egos, sus vicios y sus apegos, y libre de todo esto fue que pudo seguir el camino hacia la Perfecta Transformación.

ALCOSERI