MAXIMILIANO.
Hay hechos históricos reales y verdaderos que han sido ocultados o
tergiversados por los historiadores-no todos- con el apoyo total, que no
económico, de los curas. Ya sabes que estos primero muertos que soltar un
peso.
Cuando se instaló Maximiliano, ya como Emperador de México, inmediatamente
el picudo cura Pelagio Antonio de Labastida se presentó ante él para
aquilatar sus pensamientos o como se dice coloquialmente de qué lado se
peinaba. No se sabe hasta qué punto Maximiliano supo torear con manoletinas
y demás suertes esta entrevista, el caso es que el tal cura Labastida salió
feliz y manifestó que Maximiliano era un gran Príncipe que les va a
devolver todos sus bienes -que son bienes del señor, pero administrados por
los curas- haciéndoles la justicia que ellos se merecen, le pareció un sueño
y bendijo a Dios por eso. —todavía Dios se sigue preguntando de que carajos
necesita Él de las bendiciones de un ladrón cura.
De esa manera a Maximiliano lo marcaron como Conservador y Clerical y así se
quedó. Pero oh desilusión. Resulta que para Maximiliano la religión debía
ser moderada pues de otra manera volvería la criminal y nefasta inquisición,
con sus torturas, quemas en vivo y otras lindezas de que se valía la Iglesia
para acabar con el progreso, la cultura y la libertad de pensar y además
–horror de los horrores-Maximiliano era ferviente creyente de la separación
entre la iglesia y el Estado o sea era todo un Laico. Una de las ideas
grandiosas de Maximiliano era que el Estado controlaría las recaudaciones
del clero y además el número de curas pasando estos a ser empleados del
Estado el cual pagaría sus sueldos ya que serían funcionarios o , por
decirlo más coloquialmente, burócratas. ¡HORROR,HORROR,HORROR! Clamaron
todos los curas. Lástima que era un extranjero que no tenía ningún derecho a
gobernarnos. Además aunque sus ideas eran muy progresistas, jamás el clero
las iba a aceptar. Eso de burócratas lo veo muy jalado de los pelos, pero lo
que si se debe hacer, pero ya, en controlar sus ingresos, aunque las
califiquen como dadivas, diezmo o limosnas y que paguen impuestos como todos
lo hacemos.
Muchas de estas ideas las escribió Maximiliano en un diario que llevaba y en
un libro que existe y se puede encontrar en internet en el que manifestaba y
exhibía el carácter de todos y cada uno de sus colaboradores o curas y
políticos que intervenían en México y que tituló “Los traidores pintados
por sí mismos” ridiculizando a los Conservadores, reaccionarios y
oscurantistas curas y políticos mexicanos. Y lo peor ¡oye esto, como decía
trespatines! es que sentía una gran admiración por Benito Juárez a quien
pensaba incluir en su gabinete. Por poco se infartaban desde Labastida hasta
el último de los traidores.
El gabinete que formo jamás convenció a los curas y sus seguidores. Trato de
hacer un Gobierno de coalición pero los curas no lo permitieron utilizando
toda suerte de artimañas. Para acabarla de fregar el Gral Francés Forey
apoyaba a Maximiliano y sus ideas y además insistía en la aplicación de las
Leyes Juaristas Reformistas y Laicas al saber lo anterior los curas querían
excomulgar, satanizar, quemar vivo al Emperador y sus Grales, pero lo
necesitaban para acabar con Juárez. Lo peor vino cuando Maximiliano propuso
al Nuncio papal el cura Meglia el respeto a la desamortización señalada por
las Leyes de Reforma Juarista y un concordato que transformaba el papel de
la iglesia en ese documento.!voitelas!.A que no sabías esto. Yo tampoco,
pero poco a poco he aprendido mucho sobre estas verdades ocultas de nuestra
historia, a través de la lectura de historiadores valientes como Francisco
Martin Moreno, la Dra. Patricia Galeana de Valadés, José C. Valadés, José
Manuel Villalpando, Martin Quiriarte, Konrad Ratz, Jorge Fernández Ruiz, y
otros muchos de deliciosa lectura. Respecto de Konrad Ratz recomiendo su
libro “Tras las huellas de un desconocido” en editorial siglo XXI. Poco a
poco al estudiar nuestra historia, te das cuenta que muchos de los
historiadores viejos, por así decirlo, no tratan estos temas. Ahora los
nuevos si y lo más sensacional es que un Aleman como Konrad Ratz trate lo
de Maximiliano con tantos datos.
Y no terminaban las sorpresas de Maximiliano. Empezó a dictar Leyes para la
Liberalización del Imperio y no para apoyar a Juárez como principal
objetivo, sino porque veía que las Naciones más progresistas y ricas de la
época lo eran. Apoyo la libertad de cultos, el registro civil y la educación
laica. El papa Pio IX no se aguantó más y amenazo a Maximiliano con retirar
al Nuncio si no daba vuelta atrás—siempre para atrás los curas—a esa
política laica. A don Max le valió madre y no cedió, por lo que el papa
retiró al cura Meglia. Ahí, desde ese momento Maximiliano perdió el apoyo
político, porque no económico, que nunca se lo dieron ni a él lo de la
Iglesia. Esto trajo como consecuencia que el Imperio no tuviera dinero para
pagar a las tropas Francesas conforme a los Tratados de Miramar. El Káiser
Guillermo amenazaba a Francia con quitarle los territorios de Alsacia y
Lorena y por otra parte los gringos que querían América para los americanos
gringos ya habían terminado su Guerra de Secesión. Las tropas liberales
Juaristas empezaron a ganar batallas a los clericales y traidores y al
triunfo total Maximiliano, Miramón y Mejía fueron fusilados en el cerro de
las Campanas. Labastida se desterró para seguir maquivelando. Se llevó sus
santas arcas llenas del oro del señor. Todavía no eran los Dólares el Rey.
Amen.
OR:.Monterrey, N: L enero de 2011.E:.V:.
GRAVA TU CAMINO PARA GRABAR TU VERDAD EN TU MENTE.
RESP:.LOG:.SIMB:.CENTENARIA CONSTANCIA No,2
LIC. Roberto A. Flores Garza.M:.M:.
http://groups.google.com/group/secreto-masonico/browse_thread/thread/6344b42f621ce5d