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General: Educación y orden social*
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De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 26/03/2011 23:22
Educación y orden social*
Escrito por Carlos Adam

  A veces mi otro yo adopta la personalidad de un extraño visitante. ¿Quién
no ha subido a una montaña?   Cuando él mira el horizonte de la superficie
de la tierra percibe un orden social incierto. La tierra no ha estallado,
las ruinas ancestrales permanecen, los humanos son millones.  Algo los
protege de manera increíble a sabiendas de la sofisticada agresividad que
han desarrollado. Y  han creado instituciones a las que le delegaron poderes
para dictar normas que regulen su quehacer, y que se comprometieron a
cumplir. Todo bajo el supuesto de que vivir en completa libertad sería el
caos.

 Decidieron este acuerdo, quizás, por el respeto atávico de la sabiduría de
los ancianos, cuyo dominio de las pasiones fue un regalo de la experiencia
de los años: estos que enseñan más que las palabras.

Todo humano recién nacido está sometido al poder de la autoridad de sus
mayores, sean creyentes, ateos, libre pensadores, cultos o ignorantes,
libres o esclavos. El lugar, el medio en donde se nace está enlazado con la
calidad de sus progenitores, que detentan la autoridad, que elaboraron su
propio concepto del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto. Algunos
lugares se llenan de flores.

 Desde tiempos remotos los actos cotidianos se hicieron costumbres; estas,
reiteradas por años se transformaron en hábitos, que finalmente devinieron
en destinos. Tanto una comunidad pobre como una rica, (en el más amplio
sentido), dominada o dominante, desde el punto de vista de su influencia
cultural, puede ser comprendida aplicando esta línea de desarrollo
histórico. Aquí el tema es el de la educación temprana.

 Los hombres del mañana son los niños de hoy. Nosotros, los niños de ayer,
lo sabemos, pero los de ahora no. Mediante esta ventaja, aprovechando que
ellos no lo saben: ¿Podemos cambiar la educación refleja, esta cotidiana, de
la fanfarria de los medios de comunicación y del cine,  en que se entregan
mensajes que enturbian la mente, paralizando la reflexión, motivando sólo al
placer inmediato? ¿Esta que se hace bajo el principio de la libertad de
expresión?

 La élite social se preocupa más de sus finanzas y de su imagen que de la
salud del planeta. El tema de los valores les incomoda, porque enlaza con lo
político, con el sensible tema de la libertad en el mundo globalizado. No
sea que se cuestione a la democracia y la sociedad de libre mercado, pilares
de la masa cautiva. Y responden:” No, no se puede censurar, corregir los
programas de televisión, y menos la producción cinematográfica y literaria.
¿Quién lo haría? Sería aberrante, cavernario. Esto es problema privado, de
los padres, de cada familia, de la escuela, de los maestros, en fin, de
otros, que no saben educar a sus hijos, pero no es del sistema.”

 Es por esto que el extraño visitante queda absorto al ver a los niños
aprendiendo, desde una  pantalla de televisión o de cine, cómo consumir
droga, cómo luchar matando, cómo su ídolo parece monstruo, como desobedecer
a la autoridad. La anarquía ronda en su mente como algo regalado,
extraordinario, la caída de las torres gemelas les resultó fascinante.

  Hoy, pocas veces nos cuestionamos si nuestro destino hubiera sido
diferente, si hubiéramos tenido otros actos cotidianos, desde la niñez, para
conformar nuevas costumbres y, tal vez, llegar al hábito virtuoso; si
hubiéramos enseñado mejor de aquello elevado y de otra manera, si tal vez…,
si tal vez…, pero mi amigo visitante ya ha partido. Me advirtió que cada
meta es el comienzo de otro camino, y que él avanza en el verdadero, pero
según sean mis propios pasos. A lo mejor este orden social incierto,
extrañamente aceptado, siempre será el tema vital para las nuevas
generaciones.

Carlos Adam





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