¿Cuál es, en definitiva, el propósito de nosotros los masones? ¿Cómo tratamos de alcanzar los objetivos? http://groups.google.com/group/secreto-masonico Antes de ocuparse de estas dos preguntas y mucho antes de intentar responderlas, es necesario subrayar que no tenemos un propósito comprensible para el profano de tipo medio que le otorgue una relativa satisfacción. Un prerrequisito para comprender nuestras metas y para la relativa aceptación de los métodos es la insatisfacción con el status quo profano en un sentido total y la insatisfacción o, al menos, la desconfianza en el estado de la civilización profana, tal como la conocemos. Nuestro objetivo confesado, es "destruir" todos los prejuicios, costumbres y opiniones contemporáneos en cuanto a la existencia humana; esa destrucción es una condición necesaria para recibir y adquirir conceptos totalmente nuevos sobre las potencialidades de la existencia del hombre. Una de las más relevantes observaciones de tipo político que se hace en Masonería a mi parecer es que, si la "sabiduría milenaria" y la "novedad" del mundo profano no se lograban encauzar y utilizar de modo armonioso, el mundo quedaría destruido. Hay mucho de cierto en esa afirmación y, en cualquier caso, dada la situación política de nuestros tiempos, no parece particularmente radical y, mucho menos, increíble. Sin embargo, no resulta tan fácil creer que Masonería fuera la única que poseyera la clave de un método o enseñanza que sirviera para encauzar y controlar las fuerzas políticas, de un lado el mundo de la sabiduría ancestral frente a las novedades del mundo actual. La piedra angular de las enseñanzas masónicas es, sin duda, que no se puede conseguir progreso alguno salvo en el nivel de esfuerzo individual. El trabajo de grupo es valioso únicamente porque ayuda al individuo a alcanzar la perfección personal. Aún así el grupo masónico, en conjunto, no alcanza nada necesariamente, como tal grupo, a menos que las ideas masónicas sean hábilmente trasladadas a su vez al mundo profano. Esto traducido a un lenguaje coloquial quiere decir que no podemos evolucionar mucho individualmente, si colectivamente las cosas en el mundo marchan mal; estamos ligados íntimamente a los demás. Muchos masones comparamos la existencia humana de los tiempos actuales con una especie de estado larval en el desarrollo orgánico y afirmamos que, como individuos aislados, no comprendemos las capacidades potenciales del desarrollo humano; también decimos que todas las costumbres, tradiciones y principios en los que se apoya el profano hombre civilizado son no sólo improductivos, sino malos incluso o, cuando menos, negativos. Al implementar el famoso Nuevo Orden Mundial, los masones pretendemos que el mundo se convierta todo en una gran Logia Masónica. Desestimamos todas las religiones, filosofías profanas y sistemas científicos existentes, para el masón, en la práctica, carecen de valor. Debido a la crítica masónica de la existencia humana profana religiosa o científica tal como la conocemos, es razón por la cual no tenemos un gran número de simpatizantes. Sin embargo, ha de recordarse que la masonería no pretende arrastrar multitudes, sino controlarlas. Comparamos, con toda seriedad, la vida humana profana al mismo nivel que cualquier otra forma de vida orgánica, vegetal o animal. Aceptamos que el mundo profano humano, al contrario de lo que ocurre con el reino vegetal y animal, tiene la posibilidad de alcanzar un desarrollo superior, o, como él lo expresa claramente en la Masonería, de "adquirir una alma inmortal" lo que nosotros llamamos alma; pero no vemos esa posibilidad como una promesa para todo el mundo, ni siquiera para la mayoría de los propios masones, a no ser que se esfuercen. Lo mismo que cada semilla tiene la posibilidad latente de producir una flor, así tienen todos los embriones humanos la posibilidad de "producir" o "adquirir" un alma inmortal. Sin embargo, no hay que olvidar el gran número de semillas que ni siquiera germinan. Estas opiniones no son, evidentemente, muy halagadoras para el profano ego humano, individual o colectivo. Aun así, dada mi relación con la Masonería durante tantos años, no me parecen demasiado difíciles de aceptar. Hay una lógica obvia en los ciclos de la naturaleza con respecto a las otras formas de vida: ¿Por qué , habría de estar excluido el hombre no iniciado en los misterios milenarios de la Orden o ser diferente de algún modo? Una planta tal vez sea consciente, a su manera, de su posibilidad de florecer, y quizás la semilla que germina experimente unas agonías inimaginables en el proceso de germinación. La mayoría de las personas que se han relacionado con las teorías e ideas de la Masonería las y que las han rechazado consciente o inconscientemente, es porque han supuesto que tienen, individualmente la fuerza para evolucionar por si solos, debido a su contacto con nuestras ideas, ellos creen que tienen la posibilidad de "progresar interiormente sin necesidad de una Escuela como lo es la Masonería", de desarrollarse y de alcanzar lo que podría llamarse un estado superior de conciencia verdadero. Para relacionarse con un sistema de pensamiento como lo es la Masonería es necesario creer en estos sus conceptos básicos, y aceptar que sólo tenemos dos opciones: el destino generalizado de los profanos de ser "disueltos" o "desechados" por el sistema, o la posibilidad de madurar como seres Luz. Digo "posibilidad " porque, al ser la naturaleza como es, sólo un pequeño porcentaje de la totalidad tiene una posibilidad de desarrollo, por mucho que lo deseen. Si se acepta esta perspectiva de la condición profana, es necesario, mediante una especie de proceso de eliminación, admitir que la Masonería posee un método y conoce el camino para lograr el desarrollo y el progreso. Una vez que se llega a ese punto, es difícil negar que la Masonería tenga la clave, no solamente para salir de atolladero político mundial, sino también para hacernos evolucionarnos colectivamente. En otras palabras, resulta esencial creer en las propuestas masónicas de modo pleno. El aspecto más difícil para el anti masón es que cuando uno ellos conoce bien nuestro punto de vista es casi imposible refutar el método masónico de apoyo a la humanidad o enfrentarse con las ideas masónicas de manera efectiva.
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