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General: SOBRE LAS OLAS DE LA EMOTIVIDAD.- (Lázaharo Hael)
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De: Lázaharo Hael  (Mensaje original) Enviado: 26/03/2012 20:53

“SOBRE LAS OLAS DE LA EMOTIVIDAD”

 

Hombre y Dios, Hombre y Universo, Consciente e inconsciente son recíprocos entre sí al revelarse mutuamente y convertirse en uno solo en el fenómeno de la manifestación.

 

Hombre y Universo son como un telar de fuerzas que visto a la distancia parecen formas solidas cuando en realidad es tejido con espacios múltiples como múltiples y de distinta naturaleza son los hilos de fuerzas que tejen su existencia.

La multiplicidad es aparente y todo existe dentro e integrado a un “algo” mayor que muchas veces el hombre solo llega a inducir partiendo de lo conocido.

 

El Hombre viaja sobre olas de emociones que como la física cuántica, a veces es la ola, en otras la espuma que la corona, y en otras más, la roca en la que se impacta. Se “dice” que el hombre es consciencia y donde está la consciencia está el hombre, esto tiene “cierta” veracidad, sin embargo el ser debe ser preexistente a la consciencia, ahora bien, se “dice” también que la consciencia solo existe cuando el sujeto es “consciente” del objeto, de ahí que el hombre como tal exista solo al tener consciencia activa sobre sí mismo.

 

El hombre biológico fue creado por la naturaleza preexistente en el universo, de modo que siendo el microcosmos del macrocosmos, las fuerzas que habiten en él, son extensiones de las fuerzas cósmicas, fuerzas que deben tener un propósito por su propia naturaleza.

 

Creemos poseer libertad de pensamiento y actos propios, cuando en muchos de los casos solo son reacciones a las pulsiones de fuerzas interiores y estímulos externos, pero tanto el interior como el exterior se convierten en una sola cosa al afectarse mutuamente y manifestare en el fenómeno llamado consciencia.

 

Universo y Hombre danzan impulsados por la fuerza una melodía cósmica con ritmos y armonía métrica y con precisión matemática que encierran orden dentro de un aparente caos y que se manifiestan como movimientos de grandes conjuntos estelares como atómicos por vibraciones sutiles que impactan, mueven, repulsan y atraen por medio de fuerzas invisibles a sus complementos con un propósito oculto que solo se insinúa por el movimiento y tendencia de la danza.

 

Todo cuanto el hombre es, son emociones y pensamientos vibrantes en cada átomo, célula, y neurona.  El universo mismo vibra sin cesar.

El caos solo puede generar caos, sin embargo del caos puede emerger orden por una intersección externa al mismo caos… ¿Quién emitió la nota o palabra que inicio todo el movimiento del universo?, ¿Quién o quienes formaron orden del caos?

Es difícil concebir que la casualidad haya generado este orden y haya impreso un propósito en la existencia del cosmos, quizás los científicos como Sephen Hawking o el filosofo Friedrich Nietzsche tengan razón al afirmar que lo que se conoce en forma religiosa como Dios no exista,  pero también es muy posible que el “viejo” como le llamaba Albert Einstein a Dios  exista en una forma diferente al concepto religioso.

 

Las pulsiones básicas del ser humano han sido las fuerzas que han impulsado por siempre al hombre a través de su evolución más allá de la simple sobrevivencia hacia un objetivo que se oculta en la oscuridad del inconsciente de la humanidad como el ideal perfecto del ser humano.

 

La biblia nos habla alegóricamente en Éxodo 14: cuando Moisés necesitaba hablar con YHVH subía a lo más alto de la montaña o ¿La cabeza o mente humana?, y ahí YHVH le presenta un modelo de cómo debería ser el templo donde él moraría, y le dio instrucciones del material, medidas y como debería construirlo; San pablo en 1 Co.3:16 dice: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el espíritu de Dios mora en vosotros?”… Por lo anterior, creo entender que el modelo del templo que YHVH le presenta a Moisés es el pensamiento del ideal divino que YHVH tenía de lo que debería ser el hombre.

Según la Cábala, las cuatro letras hebreas que conforman el nombre sagrado de YHVH, tienen una connotación con los cuatro elementos que constituyen el universo material; FUEGO, AIRE, AGUA Y TIERRA y con los cuatro Arcángeles principales: RAFAEL, GABRIEL, MIGUEL, SANDALFON, con sus miríadas de ELOHIM que supuestamente formaron el universo.

Entonces se podría concluir que este modelo o ideal del hombre perfecto, es el ideal del COSMOS o de YHVH, y que aún está en proceso evolutivo o construcción, y que una vez terminado, seria la pieza que ensamblaría perfectamente en la estructura y propósitos del cosmos… Generar la consciencia prístina del ser agregándole la letra 21 del alfabeto Hebreo, la “SHIN” en medio de las cuatro letras hebreas de YHVH convirtiéndolo en IESHOHUA… O sea, alcanzar la consciencia Crística por toda la humanidad.

 

El hombre va en pos del conocimiento de lo que él es o lo que debería ser, pero no como un conocimiento agregado sino como un conocimiento integrado en él mismo, donde sus pensamientos, emociones y todo acto sean de acuerdo a este ideal del hombre divino o perfecto que debería ser.

 

El ideal del hombre perfecto o divino, el hombre lo percibe como una presencia abstracta porque mora en el inconsciente de él, ¿Cómo podría acezarlo si mora en el inconsciente?

Los científicos al no poder ver directamente una luna de un planeta lejano o una partícula atómica, detectan su existencia por la afectación que estos cuerpos hacen sobre otro cuerpo visible.

La psicología trabaja igual, pues estudia el inconsciente por la afectación que hace en el consciente y los actos del hombre.

Objeto y sujeto son recíprocos entre sí al afectarse mutuamente y revelarse simultáneamente en el fenómeno de la manifestación como una sola cosa, porque tal revelación es lo que son en ese momento y bajo esas condiciones, quizás mañana sean otra cosa, sin embargo hoy son lo que revelan.

 

El ser es anterior a la mente y a la consciencia. Se podría discutir que la existencia del hombre tiene como fundamento su cuerpo material, y que al ocurrir su muerte biológica el hombre deja de existir, lo cual nos remite a que el hombre es materia, pero aún así, y aunque su vida finita de su físico marque los límites de su existencia, el hombre es algo más que materialidad, y en ese transcurso de vida finita, queda manifiesto la existencia inmaterial de un ser que está detrás del proceso de pensar y que se enriquece cada vez más a través de las experiencias vivenciales de su existencia.

 

Lo anterior podría parecer para algunos, algo muy filosófico, poético o romántico, sin embargo, repito: objeto y sujeto revelan su existencia a través del fenómeno llamado consciencia.

El hombre es lo que sus pensamientos y emociones han hecho de él, y al mismo tiempo es lo que él percibe de sí mismo. Él es el objeto y sujeto al mismo tiempo, y solo le es posible conocerse a sí mismo a través de la dualidad al separarse como observador del observado. La meditación es un camino “consciente” para obtener tal resultado. Consciente e inconsciente se vuelven objeto y sujeto y se revelan mutuamente y al mismo tiempo dentro del proceso de la meditación.

 

Científicos, psicólogos, filósofos, místicos y religiosos tratan de revelar o explicar el fenómeno humano, todos dentro de la ciencia que dominan aportan algo de lo que el hombre es, sin llegar a una respuesta única. Abrigo la esperanza de un futuro que quizás no veré, donde se alcance a descubrir más allá del genoma humano lo que el ser, espíritu o alma del hombre es.

 

Conclusión:

El hombre no solo es mente y consciencia, sino que es el todo a través del cual se manifiesta. Todos sus cuerpos, físico, intelectual, emocional y espiritual evolucionan con un propósito común, todo cuanto el hombre sobre la tierra es, está al servicio y propósito de su evolución, no podemos despreciar el físico con sus fuerzas instintivas, ni ponderar la intelectualidad, y mucho menos perseguir una abstracción espiritualidad obsesiva que nos separe de la realidad del universo y la humanidad que nos rodea.

 

La actualidad es una independientemente de la realidad del hombre, sin embargo el universo y la vida misma, es para el hombre lo que percibe en su realidad, “el hombre es la medida de su conocimiento, pero no la medida de las cosas”.

Las fuerzas interiores del hombre, lo han impulsado hacia una dirección sobre aciertos y errores, ya es momento de que tome las riendas de su destino en base a una consciencia cada vez más prístina del ser.

El hombre es la suma de sus partes y todas ellas deben evolucionar hacia el ideal de perfección divina que está más allá de la finitud de las formas materiales, de otro modo poco seria el valor y sentido de la existencia del hombre sobre la faz de la tierra.

 

“El Aprendiz aprende observando y trabajando para su Maestro”

Fraternalmente.

 

Lázaharo Hael,’,

 

Culiacán, Sinaloa. México. A 25 de Marzo del 2012.

 

Nota:

No escribo para todos, sin embargo todos son invitados a leer.

El presente son reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente es la opinión de la orden.

 

 

Glosario:

Jehovah  (Hebreo).-  “El nombre judío de la Divinidad, J’hovah, es un compuesto de dos palabras, a saber: Jah (y, i o j, Yod, décima letra del alfabeto hebreo) y Hovah (Hvah, o Eva)”, dice una autoridad cabalista, Mr. J. Ralston Skinner, de Cincinnati, E. U. de América.  Y, además, “la palabra Jehovah, o Jah-Eva, tiene la misma significación de existencia o ser como varón-hembra”.  Cabalísticamente, significa en realidad lo último, y nada más, y según se ha probado repetidas veces, es enteramente un término fálico.  Así en el versículo 26 del capítulo IV del Génesis, se lee en su desfigurada traducción: “… entonces empezaron los hombre a invocar el nombre del Señor”, mientras que debería decir correctamente: “… entonces empezaron los hombres a llamarse con el nombre de Jah-hovah” o varones y hembras, que ellos habían venido a ser después de la separación de los sexos.  En realidad, esto último se halla descrito en el mismo capítulo cuando Caín (el varón o Jah) “se levantó contra Abel, su (hermana, no) hermano y le mató” (derramó su sangre, en el original).  El capítulo IV del Génesis contiene verdaderamente el relato alegórico de aquel período de evolución antropológica y fisiológica descrita en la Doctrina Secreta al tratar de la Raza-madre de la humanidad.  Va seguido del capítulo V como un velo; pero debería ir seguido del capítulo VI, en que los Hijos de Dios tomaron por esposas a las hijas de los hombres o de los gigantes.  Porque esto es una alegoría que alude al misterio de los Egos divinos que se encarnan en la humanidad, después de lo cual las razas hasta entonces desprovistas de sentido, “vinieron a ser hombres poderosos … varones de fama” (VI, 4), por haber adquirido mentes (manas) de que antes carecían.  [Jehovah no es el Dios único, eterno e infinito; es simplemente uno de los Elohim (los siete Espíritus creadores), según lo demuestran las propias palabras del Génesis, III, 22, cuando el Señor Dios dijo: “He aquí el hombre se ha hecho como uno de nosotros sabiendo el bien y el mal”.  (Doctr. Secr., I, 535).  El personaje que en los cuatro primeros capítulos del Génesis es designado con los nombres de “Dios”, “el Señor Dios” o simplemente “Señor”, no es una sola y misma persona; no es Jehovah.  Este aparece sólo en el capítulo IV, en cuyo primer versículo se le llama Caín, y en el último es transformado en humanidad –varón y hembra, Jah-veh (Doctr. Secr., II, 405-406).  –Véase: Jah-Havah, Jah-Eva y Java Alhim; véase asímismo: Doctr. Secr., III, 333.]  (G.T. H.P.B.).

Elohim  (Hebreo).-  Llamado también Alhim, pues tal palabra se escribe de diversas maneras.  Godfrey Higgins, que ha escrito mucho acerca de su significado, siempre la escribe Aleim.  Las letras hebreas que componen este nombre son aleph, lamed, hé, yod, mem y son numéricamente 1, 30, 5, 10, 40 = 86.  Parece ser el plural del nombre femenino Eloah, A L H, formado por la adición de la forma plural común I M, que es una terminación masculina, y por esto el todo parece implicar las emitidas esencias activa y pasiva.  Como denominación más completa I H V H ALHIM, Jehovah Elohim.  Como Binah lleva hacia adelante hasta siete Emanaciones sucesivas así se ha dicho que Elohim representa un séptuplo poder de la Divinidad. (W.W.W.)  -[Los Elohim (Dioses o Señores) son idénticos a los Devas, Dhyni-Buddhas u Hombres celestes; unos Seres divinos de orden inferior; son los siete Espíritus creadores, uno de los cuales es Jehovah; aspectos o emanaciones manvantáricas del Logos.  Al principio, los Elohim eran llamados Achad (Uno), o la “Deidad, Uno en Muchos”; vino después el cambio; al septenario Elohim lo transformaron en un Jehovah: “Jehovah es Elohim unificando así la multiplicidad y dando de esta suerte el primer paso hacia el monoteísmo, a despecho de lo que leemos en el Génesis (III, 22): Y dijo el Señor Dios: he aquí el Hombre se ha hecho (o es) como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal”.  Los traductores de la Biblia designan los Elohim con el nombre de “Dios” o “Señor Dios”.  Es de advertir que el “Dios” del primer capítulo del Génesis es el Logos, y el “Señor Dios” del segundo capítulo se refiere a los Elohim creadores, los Logos menores.  (Doctr. Secr., passim.)]  (G.T.  H.P.B.).



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