FORMARSE
El cuerpo habla de lo que la boca calla.
La nariz gotea... cuando el cuerpo no llora;
El dolor de garganta obstruye... cuando no es posible comunicar las angustias;
El estómago quema... cuando la ira no puede salir;
La diabetes invade... cuando la soledad duele;
El cuerpo engorda... cuando la insatisfacción tiembla;
El dolor de cabeza deprime... cuando las dudas aumentan;
El corazón se da por vencido... cuando el significado de la vida parece terminar;
La alergia aparece... cuando el perfeccionismo queda intolerante;
Se rompen las uñas... cuando las defensas se ven amenazadas;
El pecho se aprieta... cuando el orgullo esclaviza;
La presión arterial se eleva... cuando el miedo aprisiona;
Las neurosis esclavizan... cuando el niño interior tiraniza;
La fiebre se calienta... cuando las defensas detonan los límites de la inmunidad.
QQ.’. HH.’. Inmunicémonos de todo lo anterior expuesto, seamos unidos todos como una sola familia y fraternales. Y así viremos sanos y felices, y habremos contribuido a la perfección y edificación de un Templo dentro de nuestro cuerpo.
Y a la vez habremos cumplido con uno de los muchos principio de esta Augusta y Antigua Institución, que es La Masonería.
Luis Muñoz Lamoneda.