¿Puede hallarse la verdad masónica por intermedio de otro?
Se dice que los ‘Maestros en masonería’ o ‘guías espirituales’ son innecesarios, ¿pero cómo puedo yo encontrar la verdad sin la sabia guía y ayuda que sólo un ‘Maestro en temas masónicos’ puede brindar?- De hecho en Masonería se enseña al Masón a ser su propio maestro.
Se trata de saber si un ‘Maestro o guía en masonería’ es necesario o no. Pero ¿Puede hallarse la verdad por intermedio de otro? – Eso sería como avalar la existencia de clérigos o sacerdotes intermediaros entre la Verdad y el Buscador. Algunos dicen que sí se puede en Masonería, y otros incluso masones dicen que no. Queremos conocer la verdad acerca de esto de la Masonería, no mi opinión como contraria a la opinión de otro. En este asunto masónico yo no tengo opinión, de hecho los masones, o bien la mayoría que conozco se formaron solos, se metieron al estudio masónico, buscaron temas y se formaron en las logias al calor de observar a los demás masones, algunos malos ejemplos, otros observamos buenos ejemplos, todo es así en la vida, uno se forma en la experiencia en cualquier ámbito de la vida. O es así, o no lo es. Que sea esencial el que tengamos o no un ‘gurú masónico enseñándonos dogmas’, no es cuestión de opinión. La verdad en este asunto masónico no depende de opiniones de muchos masones, por profundas, eruditas o universales que sean esas opiniones masónicas. La verdad sobre la materia masónica ha de ser descubierta por uno mismo, en realidad, es cuestión de hacer contacto con ese maestro interno, el mejor maestro masón es el que te ayudará a contactar con tu Dios interior.
En primer lugar, ¿por qué queremos un ‘gurú masón’? Decimos que queremos un ‘gurú masón’ porque estamos confusos, y él resultaría provechoso: él señalará qué es la verdad masónica, nos ayudaría a comprender de masonería, un maestro masón autentico sabe mucho más acerca de la vida masónica que nosotros, actuará como un guía, como un maestro para enseñarnos a vivir masónicamente; posee vasta experiencia en materia política, esotérica, y nosotros al principio al iniciarnos muy poca; nos ayudará gracias a su mayor experiencia masónica porque tiene muchos años en Logia, y así sucesivamente. Muchos aprendices masones, nos consta vemos con lastima como son tutelados por masones con pésimas cualidades fraternas- Es decir, fundamentalmente, recurrir a un instructor masón porque estás confuso, pero escoge bien a tu maestro masón. Si en ustedes hubiese claridad, no se aproximarían a un ‘gurú masón’. Es evidente que si fuéramos profundamente inteligentes comenzaríamos a ver por nosotros mismos , si no hubiera problemas de discernimiento, si comprendiéramos la vida masónica completamente nos bastarían unas cuantas tenidas para comprender el asunto , no recurriríamos a ningún ‘gurú masón’. Espero que vean por ustedes mismos el significado de esto. En Masonería, sólo encontraremos una fraternal y amable guía de los demás hermanos y hermanas pero nunca un Gurú.
No podemos hallar la verdad por intermedio de nadie. ¿Cómo lo podríamos? La verdad, por cierto, no es cosa estática; no tiene morada fija; no es un fin, una meta dogmática. Por el contrario, ella es Viva, dinámica, alerta, animada; algo así como del Día a Día. ¿Cómo podría ser un fin? Si la verdad es un punto fijo, ya no es la verdad; es entonces una mera opinión. La verdad es lo desconocido, el secreto, y una mente basada en los axiomas científicos profanos que busca la verdad jamás la encontrará. Porque la mente está formada de lo conocido, esta condicionada por la religión y la instrucción escolar; es el resultado del pasado, del tiempo mundano, cosa que pueden observar por vosotros mismos. La mente humana es el instrumento de lo conocido, y de ahí que no puede hallar eso desconocido y secreto que habla tanto la masonería; sólo puede moverse de lo conocido a lo conocido- de lo religioso a lo religioso, de lo científico a lo científico. Cuando el masón busca la verdad, la verdad sobre la que ha leído en libros, esa “verdad” es condicionada y autoproyectada por otros; pues entonces la mente sólo anda en busca de lo conocido, de algo “conocido” más satisfactorio que lo anterior. Y es cuando lamentablemente el iniciado comienza a comparar la Masonería con otras cosas, se crea una confusión en su mente y termina creyendo que la masonería es un partido político, una aula universitaria o un templo religioso, y no la masonería es algo superior a esto. Si fuera así, nos quedaríamos con las mentiras que se nos dijo en la religión, por ejemplo que todas nuestras culpas serían personadas si las decíamos a un pastor o sacerdote, o las fantasías que se nos dijo en el aula escolar, esa fanaticadas por ejemplo que eran necesarias las fronteras entre países, que era necesario dividir a la humanidad. Por ello cuando la mente busca la verdad, lo que busca es una proyección a lo que la han condicionado, no la verdad.
Un ideal masónico, después de todo, no es proyectado ni menos condicionado; no es ficticio, no es irreal. Lo real es aquello que es, en valor de lo que somos, y no de lo que nos han condicionado a pensar. Pero una mente que busca la realidad, Dios, busca lo ya condicionado, lo conocido, - pero no es secreto desconocido. Cuando penamos en Dios, es Dios es la proyección de nuestra muy propia concepción, el resultado de influencias sociales, políticas y religiosas. Sólo podemos pensar en lo conocido; no podemos pensar en lo desconocido, por ello se convierte en Secreto y no podemos concentraros en la verdad.
La verdad sólo puede venir a la mente que está vacía de lo conocido, que está libre de fanatismos y condicionamientos sociales.
Fraternalmente Vicente Alcoseri Moderador del Foro Secreto Masónico
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