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General: MI LOGIA MADRE
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From: Alcoseri  (Original message) Sent: 28/09/2012 13:38
MI LOGIA MADRE 

Cundle, el subteniente, 
Beazle, el ferroviario y Achaman, el intendente: 
Denkin, el inspector, y Blake nuestro 
buen Primer Vigilante por dos veces maestro, 
en la calle conversan con Edulgee, delante 
de su tienda. Alli afuera, en el mundo profano, 
dicen ceremoniosos "Señor" o "Mi Teniente"... 
y dentro, solamente 
"Hermano mio", Hermano 
sin gestos de obediencia o de poder... 
Tras la puerta cerrada 
de la estancia en que se unen el Templo y el Taller 
todo lo han nivelado la escuadra y la plomada. 
rangos y vanidades han de quedarse fuera 
Al orden de Aprendiz... Llamenos y adelante... 
Y entrabamos en la Logia... la Logia en que yo era 
Segundo Vigilante. 
Hombres allí de todas las razas se han unido 
bajo el nombre de hermanos; 
con Bela, el contador, yo he conocido 
a nuestro Jud Saul que en Aden fue nacido 
y a Din Mahamed, el que levanta planos 
para las oficinas del servicio agronomico; 
y en triple abrazo fraternal, en fin 
comulgaban el sirio Amir Singh 
y Castro (un ex-catolico). 
pequeño el templo y pobre: 
una estancia desnuda 
en una casa vieja, abierta sobre 
la calle antigua, solitaria y muda. 
Bajo el altar dos bancos y delante 
-simbolizando el ara de granito- 
una trunca columna de madera... 
Para cumplir estrictamente el Rito 
teníamos bastante 
Y yo en la Logia era Segundo Vigilante. 
El Cuadro se reunia 
en la Tenida mensual 
y, a veces, en banquete fraternal 
cuando alguno partía. 
Entonces se solía 
hablar de nuestra patria, de Dios... más, cada cual, 
opinaba de Dios segun lo que comprendia. 
Hablaban todos, pero nadie habia 
que rompiese los lazos fraternales 
hasta oir que los pajaros, dejando sus nidales, 
cantaban a la luz de un nuevo día 
que lavaba la escarcha en los cristales. 
Tornabamos a casa conmovidos 
y, cuando el sol en el Oriente asoma, 
nos ibamos quedando adormecidos 
pensando en Shiva, en Cristo y en Mahoma. 
Cuánto, cuánto daría 
por llevar a otras Logias extrañas 
el fraterno saludo de la mía. 
Fui desde las montañas 
a Singapore guiado por la estrella fraterna 
que dentro mio llevo. 
Cuánto, cuánto daría 
por hallarme de  nuevo 
entre las columnas de mi Logia materna. 
Diera cuanto he tenido 
por poderme encontrar nuevamente delante 
de la puerta de aquella Logia donde he sido 
Segundo Vigilante. 
Recordando a mi Logia siento ganas 
de volver a estrechar fuertemente la mano 
de mis hermanos blancos y de aquel otro hermano 
de color, que llegaba de tierras africanas. 
Poder entrar de nuevo al Templo pobre 
de mi Logia materna, a la estancia desnuda 
de aquella casa vieja, abierta sobre 
la calle antigua, solitaria y muda. 
Oir al Guardatemplo adormecido, 
anunciar mi llegada y mirarme delante 
de aquél mi Venerable, del que he sido 
Segundo Vigilante. 
Allí afuera, en la calle, en el mundo profano, 
todos eran "Señor" o "Mi Teniente". 
Y dentro solamente 
"Hermano mio". Hermano 
sin gestos de obediencia o de poder. 
Tras la puerta cerrada 
en que se unen al Templo y el taller 
todo lo han nivelado la escuadra y la plomada. 
Al orden de Aprendiz... Llamemos y adelante... 
Y entrabamos en la Logia... La Logia en que yo era 
Segundo Vigilante. 
                             Rudyard Kipling 


rudyard-kipling


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