“LA MENTE UNIVERSAL”
Alma, consciencia y mente cósmica, es un tema que todas las órdenes y fraternidades de misticismo esotérico contemplan en sus enseñanzas y mencionan en diferentes términos y formas conservando siempre la esencia y propósitos al respecto.
La Masonería Escocesa no es la excepción a lo anterior, y lo hace muy especialmente en el grado de Soberano Príncipe Rosacruz 18º y superiores; Se habla de encontrar la palabra perdida, el verbo creador que es nuestra propia alma, la cual es inicio y camino para ponerse en contacto con la mente universal; se habla también de una iniciación trascendental que no se da por hombres encarnados ni templos hechos por manos del hombre.
Los Maestros Masones y de alto Grado, tienen la obligación de enseñar la teoría y la práctica para alcanzar estos objetivos, pero no lo hacen, y toman esto de la “Consciencia, Mente y Alma Universal” como hermosas palabras poéticas preñadas de fantasía e irrealidades que adornan nuestras liturgias sin darse cuenta que inconscientemente están descalificando las enseñanzas Masónicas como no ciertas.
Algunos Ritos Masónicos diferentes al nuestro, han perdido totalmente el sustrato, la esencia y espíritu de la Masonería, negado la existencia de el alma humana y la del G,’, A,’, D,’, U,’, y se han declarado ateas y nihilistas ante su propia incapacidad de alcanzar la revelación del misterio del alma humana y consciencia cósmica.
El secreto en la Masonería no requiere ser cuidado por hombres, lo hace por sí solo por su propia naturaleza, porque la revelación no está en las palabras ni objeto alguno, sino que es una experiencia vivencial y personal como lo indica la liturgia del Grado XVIII Soberano Príncipe Rosacruz.
La Mente Cósmica o Universal es un estado de consciencia que el místico experimenta en estado de meditación profunda. Nuestras liturgias de grados simbólicos nos hablan de “Cavar pozos profundos a los vicios y elevar templos a la virtud”, si, porque nuestra naturaleza inferior que debería estar sujeta a nuestra voluntad, nos ha esclavizado por los placeres transitorios del mundo terrenal y la satisfacción inmoderada de nuestras necesidades instintivas y fisiológicas impidiéndonos ver y alcanzar los tesoros ocultos en el alma humana.
El hombre fluctúa entre los polos del fanatismo dogmatico de la fe ciega y el nihilismo como un ateísmo aberrante al descalificar lo que no alcanzan a percibir con sus sentidos físicos ni comprender con su mente entrenada por los sucesos y cosas del mundo que nos rodea.
Muchos confunden meditar con reflexionar y no es lo mismo. La meditación es una “herramienta” o proceso que sirve para introducirnos en nuestro fuero interno inhibiendo nuestros sentidos físicos y los “ruidos” del mundo externo e interno llegando por la práctica continua a conocernos más en nuestra realidad original; Nuestras liturgias del Gr. XVIII siguieren mesas redondas de trabajo sobre concentración mental y meditación.
La palabra perdida o el verbo creador que es alma, difícilmente podría percibirse por los sentidos físicos y mucho menos encontrarse en el mundo fenomenal que nos rodea, a no ser que la observemos como una sombra reflejo sin ser la realidad cierta.
La revelación del misterio del alma humana y la consciencia cósmica no es posible transmitirse de alguna manera por segunda o terceras personas y mucho menos las palabras alcanzarían tal propósito; Nuestra liturgia del Gr. XVIII así nos lo confirman; Para el hombre, su propia alma es el inicio para alcanzar la consciencia cósmica, puesto que es parte de ella, y la mente o consciencia cósmica o universal es el camino hacia Dios; Alcanzar la iniciación trascendental de la que habla nuestra liturgia del Gr. XVIII, es que nuestra consciencia alcance, vaya la redundancia, a ser consciente dentro del alma pura del hombre, y esta iniciación no se da por maestro humano, sino por el ser y en el templo interior.
El alma, mente y consciencia cósmica, es el hijo primogénito de Dios en este universo, porque antes que cualquier cosa fuese, la consciencia cósmica ya era; Nuestras liturgias son muy pequeñas, y las enseñanzas que contienen están muy sintetizadas o abreviadas, por lo cual es menester recurrir a otros libros como: <> de Deepak Chopra o <> de Zev Ben Shimon Halevi por mencionar algunos, y llegar a conocer técnicas y ejercicios de meditación más propio para los cuerpos y mentes occidentales.
Pensar que estoy revelando secretos es un craso error. Nadie puede pedirle a otra persona que guarde silencio o secreto sobre aquello que no le ha transmitido; Lo que se ha alcanzado por esfuerzo propio e individual, es responsabilidad y libertad del propietario de comunicarlo si así lo desea o considere pertinente y necesario, además repito: “La revelación del secreto no está en las palabras”:
“El secreto de la Francmasonería es inviolable por su misma naturaleza, ya que el masón que lo conoce no puede más que haberlo adivinado, lo descubrió frecuentando las logias instruidas, observando, comparando y juzgando. Una vez llegado al descubrimiento del secreto, lo guardará hasta para él mismo y no lo comunicara ni al hermano en que tuviera más confianza, ya que desde el momento que éste no ha sabido descubrirlo es incapaz de sacar partido del secreto si lo recibiera oralmente” (1).
Lo esotérico o secreto en las órdenes místicas radica en su propia naturaleza por ser una experiencia interior y personal, cuya racionalización conceptual no alcanza a describir cabalmente el paroxismo del éxtasis del sentimiento y emotividad ante los arquetipos que fluyen de la mente universal cobrando realización en la consciencia del alma humana.
El secreto es un velo muy apropiado para esconder ignorantes y simuladores, como “aquellos” que nunca aportan nada sin embargo siempre están atentos para criticar, descalificar y desvalorizar el esfuerzo de quienes exponen sus trabajos en la tribuna de la elocuencia, Aquellos que siempre están causando problemas internos en luchas fratricidas por el poder de las logias, y que respaldan su autoridad en puestos administrativos alcanzados sin ser las personas idóneas y capaces para tal responsabilidad, o por altos grados que fueron adquiridos no exactamente por sus conocimientos.
La Masonería ha venido perdiendo conocimientos al no transmitirlos por diferentes causa: Algunos no enseñan por el pretexto de ser “secreto”; Otros tampoco lo hacen por quedar cautivos del ego y conservar un status superior sobre al resto del taller bajo la frase: “Yo sé algo que tú no sabes”; Algunos más porque no han encontrado una mente y alma dispuesta a aprender.
La Masonería Escocesa debe poseer un cuerpo de Maestros Masones calificados para las iniciaciones, con una responsabilidad y seriedad comprobada, y cuyo misticismo sea evidente por sus vidas dentro y fuera de la logia.
Las iniciaciones y en particular la del grado de aprendiz, es una parodia de lo realmente que debería de ser; Común es observar el escarnio del “terrible” y algunos oficiales sobre el postulante ante la dificultad para superar las pruebas que les imponen, también es fácil descubrir algunas sonrisas burlonas y mal disimuladas de “algunos”… Esto es porque ignoran el valor del propósito del ritual.
La mente universal como origen de los arquetipos universales, cobran realización en forma proporcional a la evolución humana, la iniciaciones tienen mucho de simbolismo arquetípico que debería cobrar realidad o revelarse en la mente del iniciante; La Masonería debería actualizarse a la mentalidad y exigencias de los tiempos actuales, Algunas pruebas iniciáticas están fuera del contexto con la solemnidad y respetuosidad que debería poseer el ritual, como ejemplo tenemos la firma con los ojos vendados de una hoja de papel en blanco, misma que después se llena con bromas de mal gusto, ante lo anterior, a mi me toco presenciar un postulante que le dijo al taller en pleno: “Firme con los ojos vendados, porque creí estar entre personas honorables y dignas de confianza”.
Quienes dicen que la Masonería ha perdido el conocimiento de los secretos arcanos, están equivocados, quienes lo han perdido son los hombres. La Masonería no está muerta, solo dormita en la memoria de la mente cósmica o universal esperando que algún héroe como Perseo venzan la medusa de las mil serpientes sobre su cabeza que representan las múltiples personalidades del ego; Un Prometeo que ascienda al monte Olimpo y de las ascuas de la forja ardiente de Hefeso encienda un tallo de la acacia para traer de nuevo a los hombres el fuego sagrado de los dioses e ilumine de nuevo sus mentes, consciencias y corazones.
La Masonería siempre ha existido con diferentes nombres y rituales, su nacimiento se pierde en la noche de los tiempos porque su espíritu como tal, forma parte de la naturaleza humana, por ello existirá por siempre en diferente intensidad mientras el hombre exista.
El Alma, mente y consciencia cósmica, el primogénito y G,’, A,’, D,’, U,’, son una sola y misma cosa y existe. “En ella esta imbíbita la mente, alma, y consciencia individual de cada ser humano” (2) de cada nación y raza humana; Todo existe en “algo” más grande y superior, y todo es análogo a su origen, de tal modo que la fuente y origen primero de todo cuanto existe, se pierde en el infinito del tiempo y el espacio. Masón a ti te corresponde andar por tus propios pies, tú propio sendero interior e ir en pos de tu Maestro Secreto, tu Maestro Perfecto, tu Maestro Íntimo, Tu Alma.
“Soy yo quien ha creado al obrero que sopla sobre los carbones ardientes, y que saca las herramientas que necesitas para tu obra, soy yo quien ha creado al asesino que solo piensa en destruirlo todo” Is. 54:16
“El que tenga oídos, oiga” Lc. 8:8.
Pax Vobiscum.
Lázaharo Hael,’,
Nota:
El presente son reflexiones y meditaciones personales, no representan necesariamente la opinión de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, Todos son invitados a leerlo.
Escrito: 17 de octubre del 2012.
Bibliografía:
1).- Historia de la Ciencia Secreta.- Henry Durville.
2).- Liturgia XVIII Caballero Rosacruz.- R,’, E,’, A,’, A,’,