La Meta Suprema de la Masonería
Ser feliz es la meta de todo ser viviente racional en lo individual, pero hacer a toda la sociedad humana feliz, es la meta suprema de la masonería, y el Nuevo Orden Mundial es el cómo lograrlo. El ayudar a encontrar esta felicidad;a “Todo el mundo” felicidad que es tan esquiva se muestra a los angustiados habitantes de este planeta van dirigidas todas las fuerzas de la masonería. El término holístico —del griego «ólos» = «todo» o «tot alidad»— está de moda y es un síntoma de que la mentalidad de la nueva era de acuario está penetrando lentamente en la conciencia de la humanidad, aunque lo haga muchas veces de una manera inconsciente. El hombre y la mujer de Acuario se van dando cuenta de que el Mundo es un todo armónico, y mucho más relacionado y uno, de lo que la superficial ciencia del siglo XX había pensado, las cosas lamentablemente no se dan solas, es necesario que hombres y mujeres conscientes produzcan el cambio, las antiguas religiones y las antiguas formas de gobierno son un obstáculo para la implantación de un Nuevo Orden Mundial al estilo masónico, debido principalmente a que estas religiones someten la voluntad del individuo y el colectivo en general; el fanatismo en el Nuevo Orden Mundial simplemente no cabe. Habíamos caído en el error de mil dicotomías simplistas: castigo por error; te doy libertad si te sometes; eres miembro si eres fanático mío; sólo si eres ateo eres miembro de la sociedad de ciencias... y otras tonterías por el estilo. Lo mismo que cada una de las gotas de agua forma parte del mar y entre todas constituyen la totalidad del océano, cada ser humano es parte del Mundo entero y contribuye a su 'totalidad. La conciencia de este pertenecer a un todo y de respetar la interacción de las partes entre sí y con el todo, es la esencia de la filosofía holística del Nuevo Orden Mundial Lo primero que haremos para la implementación de un Nuevo Orden Mundial será derribar los falsos ídolos, resaltar los errores tradicionales que ciegamente hemos venido siguiendo como si fueran sabias pautas para nuestra vida y, en fin, mostrarle al mundo que muchas de las que, hasta ahora, había considerado serias, e incluso sagradas, son falsas y, en muchas ocasiones, fatales para el desarrollo de la sociedad y de cada una de las personas que la componen. Los males que padecemos son sólo maneras de evidenciar la traición a la naturaleza humana perpetrada por nuestras instituciones. Hemos identificado la buena salud mental de la humanidad sometiéndola a ideas beligerantes, hemos deshumanizado la religión y lo hemos hecho innecesariamente necesaria, dudamos acerca de nuestra capacidad de aprender y enseñar en las universidades, porque los egresados de las universidades son inoperantes en la sociedad. Nuestra medicina, increíblemente costosa, apenas la ciencia ha conseguido ganar algún terreno frente a las enfermedades crónicas o derivadas de accidentes y se ha ido haciendo a la vez crecientemente impersonal y vejatoria. Los Gobiernos se vuelven cada vez más inoperantes, irresponsables y caros, y los sistemas de seguridad social se encuentran una y otra vez al borde de la quiebra. Paradójicamente, muchas de las ideas y de las instituciones consideradas más serias, como patria, religión, universidad, tradiciones y costumbres, etc., han sido las que más daño le han hecho al ser humano en su evolución a través de los siglos. Distorsionadas por sucesivas minorías para hacerlas un instrumento dominante, se han convertido en el mayor freno que la humanidad ha tenido para su perfeccionamiento y en definitiva, para la consecución de la felicidad, la religión somete a la mujer al segundo plano. Estas ideas, que consideradas en teoría se nos presentan como algo bello y positivo, a la larga y en la vida concreta son los grandes instrumentos para la desunión de los seres humanos, para el abuso de los fuertes sobre los débiles, para la incomprensión y para todo tipo de discordias. Tomemos como ejemplo una de estas ideas: la religión, tanto en su aspecto de pura ideología como en el más concreto, de institución, secta u organización religiosa. Le diremos sobre este importante fenómeno en la historia de la humanidad, no podemos dejar de señalar ahora mismo un hecho terrible en contra de ella: la religión ha sido a lo largo de los siglos, si no la mayor, una de las mayores causas de división y de guerras entre los seres humanos. Por culpa de las diferentes religiones se han derramado en el mundo ríos de sangre y aún se siguen derramando en la actualidad. La esencia del Espíritu del Nuevo Orden Mundial La esencia del Espíritu Holístico o de la Nueva Era de Acuario en la que estamos entrando es, como ya dijimos, la relación de todos con todos y de todo con todo; es la unión por encima de la separación, es la búsqueda de la felicidad por encima de los convencionalismos, es la consecución de la paz del alma, es el desarrollo de la mente, es la evolución del espíritu, todo esto desde siglos la masonería lo ha promovido. Muchas de las ideas tradicionales religiosas van, precisamente, contra todo aquello: nos encierran en nuestros propios conceptos, nos separan, nos impiden adquirir nuevas ideas porque nos han prejuiciado contra ellas, nos imposibilitan para ver nuevos horizontes, nos frenan la creatividad y no sólo no nos permiten conseguir la paz del alma, sino que con mucha frecuencia nos hacen profundamente infelices. Para muchas personas el desprenderse de sus viejas ideas y creencias tradicionales es una tarea casi imposible, pues las tienen profundamente arraigadas, y por eso prefieren seguir adelante con ellas sin pararse a analizarlas. Pero, afortunadamente, cada vez es mayor el número de quienes, libres de prejuicios, o impulsados por una corriente subterránea que silenciosamente se mueve por las mentes de la generación actual de masones libres, no tienen inconveniente en analizar en profundidad los pros y los contra de todas las creencias y maneras de ser tradicionales. El miedo es la razón de tantos templos religiosos repletos, el miedo de tantos promotores de conciencia a favor de la guerra, el miedo a morir de hambre es la razón de tantas familias que abandonan sus respectivas patrias en busca de mejores oportunidades en otros continentes, de tantas y tan profundas revoluciones sociales de los pueblos contra sus respectivos Gobiernos, de tanto ausentismo a la hora de votar, de tanta falta de fé en unas instituciones obsoletas e inoperantes. Todos estos síntomas y muchos otros han ido apareciendo hoy en el siglo 21 y se han acelerado grandemente en los últimos siete años.. Y si bien es cierto que muchos de ellos son en el fondo algo positivo, también es cierto que simultáneos con ellos han ido apareciendo otros, no tan optimistas y prometedores, que son muestras de que el hombre del siglo 21 está profundamente insatisfecho con el «orden social obsoleto» que le ha tocado vivir, y clama por un Nuevo Orden Mundial. Materialismo, pasotismo, drogadicción, desenfreno sexual no son sino la faceta negativa de esta confusión contra creencias y tradiciones completamente desfasadas y, en muchas ocasiones, perjudiciales para la evolución de los individuos, todos estos males no son las causas sino los efectos de un Desorden Mundial. Con frecuencia cuando habla un masón refiriéndose a los nuevos tiempos en los que estamos entrando, habla de un Nuevo Orden Mundial. Y la denominamos así, porque aun dejando de lado la masonería con toda su intrincada red de relaciones y complicaciones esotérico-ocultistas, en las que no queremos entrar hoy, es innegable, incluso desde el punto de vista masónico más ortodoxo, que nuestro planeta está saliendo de un Viejo Desorden Mundial y entrando en la de un Nuevo Orden Mundial de estilo masónico incluyente. Y es asimismo evidente que, al mismo tiempo que esto sucede, desde el punto de vista de la sociología, el ser humano, tanto considerado individualmente como en su conjunto, está experimentando unos enormes cambios como no se habían producido en milenios. Y si nos referimos a la tecnología, mediante la cual el ser humano domina los elementos materiales y los pone a su servicio, nos encontramos que en lo que va de siglo el hombre ha dado un salto gigante, dejando casi repentinamente atrás seis milenios de historia en los que apenas hubo avances en ese sentido. Naturalmente, estos cambios no han sucedido de la noche a la mañana y vienen notándose desde finales del siglo 20 pasado; pero no se puede negar que, a medida que nos hemos ido adentrando en el siglo 21, ha habido una aceleración en todos estos procesos, y en nuestros días estamos asistiendo con pasmo, en el campo de la Internet y de la masonería virtual, a una carrera desenfrenada por dejar la antigua masonería atrás y de abrir una puerta que no sabemos adonde nos va a llevar en el campo masónico. Al mismo tiempo, estamos asistiendo a una violenta desintegración del que hasta ahora se había llamado «orden social» para dar paso a un Nuevo Orden aun dentro del mundo masónico, y los masones dan claras muestras de no tolerar por más tiempo las divisiones que provocan las elecciones por puestos administrativos en Logias Masónicas como las de Grandes Maestros y Venerables, esto tiene que llegar a su fin+, por muy constitucionales que éstos sean. Sin embargo, estos cambios que estamos presenciando, por muy llamativos que sean, son sólo un síntoma, la parte visible de otros cambios más profundos que están sucediendo dentro de las conciencias de los seres humanos de todo el planeta. A ellos es a los que nos queremos referir, porque ellos son los que están logrando los grandes cambios mundiales que estamos notando en todas partes. Es cierto que habrá individuos y naciones enteras en que estas mutaciones, las externas y las interiores, se echarán de ver más lentamente o a más largo plazo, por hallarse estos pueblos o individuos en un nivel más atrasado, y desconectados además de la marcha precipitada y violenta que en la actualidad llevan los pueblos que están a la vanguardia de la humanidad. Pero, por muy atrasados que en estos momentos se encuentren, pronto se verán envueltos en el torbellino desenfrenado en el que hoy danzan alocados la mayoría de los pueblos del mundo, aun aquellos que no han alcanzado todavía una mayoría de edad social o democrática. Algunos masones ocupan puestos muy relevantes en la sociedad — políticos, banqueros, empresarios etc. —,por haber evolucionado interiormente, saben, y quieren, ayudar a las masas a las que gobiernan y por ello éstas ven cómo sus problemas no sólo se solucionan, sino que los problemas sociales no regresan. La visión «holística» o de totalidad no es un artificio que se haya inventado en los últimos años; más bien es algo que la humanidad, mal aconsejada por científicos y malos filósofos, había olvidado a pesar de tener de ella miles de ejemplos delante de sus ojos. Si nos herimos un pie y se nos inflama la herida, nuestros ojos no tendrán más remedio que meterse en la cama, porque todo el cuerpo tendrá que hacerlo así. Ojos y pies, aunque sus funciones no tengan nada en común, pertenecen ambos al mismo cuerpo, están íntimamente relacionados y, a fin de cuentas, correrán la misma suerte. Estamos entrando en un Nuevo Orden Mundial, aunque para ser un auténtico miembro de este Orden no será suficiente el vivir en este tiempo, sino que hará falta cambiar ciertos hábitos mentales y materiales. En este tiempo hay mucha gente que vive con la mentalidad de la vieja, que se limita a seguir a sus podridos líderes, votando como ellos le dicen, consumiendo lo que ellos sugieren en los medios de comunicación y creyendo lo que ellos dicen que hay que creer. El miembro del Nuevo Orden Mundial es ante todo un usador de su propia cabeza, rebelde contra toda imposición y buscador incansable de otros niveles de realidad y de conocimiento. El miembro del Nuevo Orden Mundial tiende a ser un superhombre, sabedor de que pertenece, como una célula activa, a un Mundo viviente del que en la actualidad apenas si puede percibir nada, pero del que podrá abarcar mucho más en cuanto trascienda la puerta de esta etapa planetaria en la que está. De esta manera, la muerte que en el cristianismo y en la cultura occidental es un valladar terrible que nos resistimos a pasar, se convierte en algo mucho más llevadero, en una puerta hacia otros horizontes mucho más grandiosos. Todo esto es el Nuevo Orden Mundial, pero no tendremos más remedio que hacer hincapié en las muchas cadenas y redes que en la actualidad tienen aprisionada nuestra mente de las que tenemos que librarnos para ser auténticos miembros del Nuevo Orden Mundial