La masonería por centurias lucha contra el fanatismo por considerarlo nocivo para la sana evolución del ser humano, pues en momentos el fanatismo desborda los ánimos y en una loca carrera destruye la cordura social en una histeria colectiva. El fanático necesita de un enemigo o un contrincante real o imaginario, puede ser este enemigo el equipo de fútbol rival, para un religioso el enemigo es el demonio, el enemigo a vencer para los ateos es Dios, cualquier otro grupo religioso distinto puede ser contrario para otro grupo religioso, una empresa rival puede ser enemiga de un corporativo. En realidad da lo mismo cual sea el enemigo a vencer, lo que sí es necesario es que este sea rival a vencer. Leer más en: https://groups.google.com/group/secreto-masonico/browse_thread/thread/37efdb5f6c15274a/eb859f2e4433206d?lnk=gst&q=fanatismo+#eb859f2e4433206d