La Apertura de la Logia. Antes de comenzar la ceremonia de iniciación
es preciso que los trabajos en la Logia estén abiertos sobre la
escuadra, el compas y el VLS. Se simbolizaba este momento por la tribu
de Rubén, porque éste fue el primer vástago de su padre Jacob (nieto
de Abraham y Sara), a quien llamaba "el principio de su energía". Por
consiguiente era debidamente apropiada y adaptada como el emblema de
esa ceremonia, que es esencialmente el comienzo de toda iniciación.
La Preparación del Candidato, luego verificamos que el candidato se
encuentre debidamente preparado teniendo los oo:.vv:., el b:.d:.,
p:.i:. y r:.i:. dd:., el p:.d:. en ch:., y una s:. con n:.corr:. al:.
del c:. y haya permanecido un tiempo prudencial dentro del Cuarto de
Reflexiones. Este momento, siguiendo a Mackey, era simbolizado por la
tribu de Simón, porque éste preparó los instrumentos para el degüello
de los Siquemitas, los hijos del príncipe Siquem, quien había tomado y
violado a Dina, la hermosa hija que había parido Lía a Jacob. Y esa
parte de la ceremonia que describe las armas ofensivas, se practicaba
como señal de nuestra condena por la implacable crueldad desatada en
aquel incidente.
El Informe del Primer Diácono. El VM demanda una explicación ante la
presencia de un extraño a las puertas del Templo, debiéndose
identificar éste al llegar y que previamente los hermanos hayan tomado
conocimiento de su persona mediante informes favorables y los avales
requeridos previos a su ingreso. Se simboliza este momento por la
tribu de Leví, porque en la masacre de los Siquemitas se supone que
Leví dio la señal a Simón su hermano, para atacar juntos a dicho
pueblo, que se encontraba indefenso y sin preparación para el combate.
Ingreso: estando debidamente preparado e informados positivamente los
hermanos respecto al candidato, éste hace su ingreso al Templo,
asegurándose todos de que lo haga por propia voluntad. La Entrada del
Candidato a la Logia estaba simbolizada por la tribu de Judá, porque
fueron los primeros en cruzar el Jordán y penetrar en la tierra de
Promisión; ellos que venían del servilismo y la ignorancia (el
desierto) e ingresaban a la tierra de la Luz y la Libertad (Canaan).
Plegaria: se invoca la bendición del GADU sobre nuestros trabajos
antes de continuar. La Invocación estaba simbolizada por la tribu de
Zebulón, decimo hijo de Jacob (con Lía) en razón de que la oración y
la bendición de Jacob fueron proporcionadas a Zebulón, en preferencia
con respecto a su hermano Isacar, el quinto hijo de Lía.
La Circunvalación, conocidos en el ritual como viajes, el candidato es
guiado siguiendo una determinada dirección pasa sucesivamente por los
Vig.´. ante quien es presentado y se le realizan una serie de
preguntas. Aparece referida a la tribu de Isacar, la que considerada
inútil e indolente, aunque valiente en extremo, requería de un
director o gía que los elevase, paulatinamente, a la misma altura o
nivel de desarrollo de las demás tribus, a fin de que pudieran sacar
provecho de su tierra, una de las secciones más fértiles de entonces,
incluyendo la extensa llanura de Jezreel, con el Jordán como su
límite.
Avance: En este momento el candidato avanza hacia Oriente, según la
Marcha del Aprendiz y es instruido en las enseñanzas de este Grado. El
Avance del Candidato hacia el Ara, era simbolizado por la tribu de
Daniel, el noveno hijo de Jacob (con Bilha, sierva de Raquel), cuyos
integrantes se tornaron anárquicos e idólatras, para demostrarnos por
oposición que debemos avanzar hacia la verdad y la perfección
(santidad), tan rápidamente como aquella tribu se precipitaba a la
idolatria de los becerros dorados y de la serpiente bronceada.
La Obligación que toma (asume - mediante el juramento) el Candidato,
estuvo simbolizada por la tribu de Gad, séptimo hijo de Jacob (con
Zilpah), guerreros a los que Moisés les permitió establecerse al este
del Jordán, con la condición de que ayudaran en la conquista de
Palestina occidental; los gaditas cumplieron con esa condición y por
siglos formaron la tribu israelita más allá del Jordán. Hayu un pasaje
muy confuso, de Jefté, hombre valiente, hijo de una ramera, al cual
había engendrado Galaad. Jefté era descendiente de la tribu de Gad. en
su lucha territorial contra los amonitas, Jefté hizo al Señor el
siguiente voto: "si entregas a los amonitas en mis manos, el primero
que salga de la puerta de mi casa a recibirme, cuando yo vuelva
victorioso, pertenecerá al Señor y lo ofreceré en holocausto". Luego
atacó a los amonitas y los derrotó, tomando veinte ciudades. Cuando
Jefté regresó a casa, le salió al encuentro su única hija. Jefté, a
pesar del dolor que ello le produjo, cumplió su promesa y la sacrificó
al Señor.
Cargo: se le enseñan los signos del grado y se le dirigen unas
palabras acerca de la Orden, conocidas como Old Charges, Antiguos
Cargos. La Responsabilidad o Compromiso que se confía al Candidato con
respecto a los Misterios de la Orden, se simbolizaba por la tribu de
Asher, el octavo hijo de Jacob, segundo con Zilpah, cuyo nombre
significa Felicidad, porque era él quien por entonces era el heredero
de las opulencias de su padre. De esa misma manera, se muestra que en
esta parte de la Ceremonia el Candidato recibe los ricos frutos del
Conocimiento Masónico.
La investidura con el Mandil de piel de cordero, por la cual se
declara Libre al Candidato, se relaciona con la tribu de Neftalí, la
que fue investida por Moisés con una Libertad singular, al decirle:
"Oh, Neftalí! confórmate con los beneficios, pues el Señor te ha
colmado con sus favores y , por ello, posees el Occidente y el Sur".
Finalizando así el ciclo de nuestros rituales de iniciación, que se
repiten en cada ceremonia.
Que entiendo por Iniciación? Seleccioné estas frases de la obra “De
Belén al Calvario” de Alice Bailey que se refiere a la Iniciación en
estos términos: “la Iniciación es una serie graduada y positiva de
expansiones de conciencia, una creciente y constante percepción de la
divinidad y todas sus implicancias; estas expansiones de conciencia
revelan progresivamente al hombre la calidad de su naturaleza superior
e inferior … La iniciación está relacionada con la conciencia y es
simplemente una palabra que empleamos para expresar la transición que
el hombre establece entre la conciencia del reino humano y la
conciencia del reino espiritual, el reino de Dios … El Iniciado es
quien ha agregado una sensata comprensión intelectual a las cualidades
básicas de una sana devoción y carácter moral.”
Lo que tú siembras (Corintios 15.36) no se vivifica sino muere antes.
Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano
desnudo, sea de trigo o de cualquier otra especie. ¿No explico Jesús
que “de cierto te digo, el que no naciere de nuevo no puede ver el
reino de Dios?. Nicodemo le dijo:¿Cómo puede nacer un hombre siendo
viejo? ¿puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre,
y nacer? Respondió Jesús: “En verdad, en verdad te digo que el que no
naciere del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de
Dios” (Juan 3.3). El bautismo, cuyo significado es “retornar a las
aguas para volver a nacer”.
La vía de exaltación ESPIRITUAL es “vertical”, mejor dicho “axial”. Un
símbolo axial, o del “axis mundi”, evoca las ideas de indivisibilidad,
inalterabilidad, inmutabilidad, eje en torno del cual se efectúa la
revolución de todas las cosas y de la

cual no participa. Así conocemos la Plomada, pendiendo de la mano del
GADU desde la estrella polar, o desde la Cruz del Sur para los que
vivimos de este lado del planeta, señalando una vía ascendente y que
podríamos compararla simbólicamente con “la espada”, o “la daga”, que
también es un conocido símbolo del Verbo o La Palabra, con poder para
destruir o crear (ver Apocalipsis, I, 16 y XIX,15). En San Mateo, X,
34, podemos leer que Cristo ha dicho “no vengo a traer paz, sino
espada”. La espada entendida así, nos trae la idea de “armonización”,
porque el eje es el lugar donde todas las oposiciones se concilian y
desvanecen, lugar de equilibrio, invariable Medio. Justicia.
La Espada, interpretada en este sentido, nos vincula al simbolismo de
la “gran guerra santa”, tanto los místicos musulmanes como cristianos
consideraban la “gran guerra santa” como la que se realiza en la
intimidad de nuestra alma, nuestro interior y coinciden en que es la
batalla más difícil de ganar y la más cara de perder; esta guerra debe
tener el propósito de establecer el equilibrio y la armonía, es la
paz.
Desde el punto de vista iniciático lo que da a esta guerra santa su
valor es que simboliza la lucha que el hombre debe llevar contra los
enemigos que porta en sí mismo, contra todo lo que en su interior sea
contrario al orden y la unidad.
Como el propósito de esta guerra es lo que la convierte en “santa”
exige mayores cualidades al guerrero (“kshátriya”): que a la vez “sea
como un monje”, o un ser consagrado a un propósito de orden
espiritual. Una actitud que a la vez de “marcial”, es como “religiosa”
teniendo muy presente que masonería nos es religión, ni secta, ni nada
por el estilo, me refiero a una “actitud” ante lo trascendente del
propósito de nuestra “guerra” interior; el simbolismo, los rituales y
demás materias de estudio que nos presenta la vida en la Masonería
carecería de importancia de no asumir la “guerra santa” como propia,
desarrollando las cualidades que la misma requiere, para poder
alcanzar el propósito de convertirnos en seres esclarecidos.
Cab. Javier Lazcano Colodrero, 18º (& KT)