La positiva y constante  innovación masónica

Pienso, desde hace algún tiempo, en Modificar el Sistema. Me gustaría llegar a crear algo nuevo; me gustaría aún mucho más que mi idea quedase, por decenas de siglos, en la memoria de los hombres, sean masones o no. ________ ¿Será necesario haber nacido grande para sobrevivir en la historia? No, no lo creo así. Pero es necesario, sin embargo, hacer algo nuevo,  creciente y singular, que no pueda ser olvidado nunca. Empresa claro  ahora difícil, y por difícil es que me atrae. Todo ha sido ya hecho o dicho, eso me han dicho, nada es nuevo bajo el sol. Se ha ido a los dos polos, a la luna; el Atlántico ha sido sondeado; hay quien ha dicho y hecho cosas extrañas. Las gestas logradas por mediocres provistos de medios políticos  y de resistencia han sido ya realizadas. Los antiguos trucos y secretos ya no están vedados. ¿Escribir un poema? Lo conseguiría, pero por muy bueno que fuera no llegaría a impactar en el mundo. ________ ¿Gobernar un Estado o una Nación? No, ahora los gobernantes parecen ser ya gobernados por prebendas; además no sería suficiente. ¿Crear una forma de pensar? Si eso me atrae ¿Y dónde están ahora las nuevas ideas? Si, dentro de mí, en alguna parte de mi ser hay ideas. Tal vez en mi alma o en mi cerebro o en algunos recuerdos de cuando pertenecía a esa sociedad secreta cuando era jovencito, entre los archivos de ocultismo masónico, si esos archivos velados para la mayoría de los masones: me entusiasma bastante. ¿Hacerse caudillo de una revolución del pensamiento? ¿Y dónde estaría proyectada esa revolución? Es claro el mundo necesita de mejores ideas ¿Y por qué sería necesario un nuevo modelo de pensamiento? Sí, claro  las ideas que reinan ahora el mundo ya estas desgastadas, se necesita una renovación. Para semejantes aventuras se requiere  ser un místico del pensamiento liberal, un optimista, un poeta de las ideas. Yo amo a la humanidad y sabría con qué palabras levantarlos. ¿Ser un héroe en la libertad? La  revolución  del pensamiento  no ha pasado y cuando se den los frutos otra seré viejo o estaré muerto, pero no importa mi legado perdurará, aunque anónimamente, nadie sabrá de mi, pero no importa,  me da placer torcer para bien el camino de la historia. Y en las  revoluciones anónimas, de aniquilamiento de  los viejos esquemas, no es fácil hacer el héroe de los monumentos, ni el inventor de las estrategias. Se puede obtener la notoriedad momentánea con poca fatiga, con una extravagancia cualquiera,  no muy clara o ingeniosa, pero no es eso lo que busco: no desearía la gloria a la manera antigua, donde se me rinda un culto como persona – pero si el disfrute perpetuo de haber cambiado las formas-, la de seres míticos un Rey Salomón, de un Hiram Abiff, de un genio, de un Napoleón del pensamiento. Podría, como tantos imbéciles de esta época para ser famosos, decir sandeces  varios  días seguidos por la televisión,  repetir lo mismo que dijeron otros, casarme con una rica  princesa de clase alta. ¿Y luego? Muchas líneas en los periódicos son conquistadas por políticos famosos que nunca dicen nada, una fotografía en las revistas ilustradas y, después de una semana, unos meses, unos cuantos años, silencio y olvido, o lo peor, el repudio de millones  por las malas políticas. ________ Para hacer un gran movimiento deberé decir algo innovador; convencer que el viejo esquema mundial está obsoleto, y que es necesario un nuevo orden, se que estando dentro de las cuatro paredes de mi Logia Masónica, nunca lograré nada, deberé quebrar la cascara del huevo y salir. Si regalase todas mis ideas al primero que se me presentase, sería tomado no por un buen masón, sino por un mal  prodigio o por un loco, y tal vez difamado.________ Queda el delito de guardarme las ideas masónicas para mí y llevármelas a la tumba, pero también este medio de conquistar la fama masónica guardando silencio es dudoso, arduo y aleatorio.  Si en cada tenida masónica repitiese lo mismo me haría célebre como el hermano Canulfo, que en cada tenida toma la palabra por 15 o 20 minutos y no decía nada. Y sería un plagio vulgar que me costaría, probablemente, la cordura, el sólo repetir esquemas. Sería preciso tomar una idea innovadora y original, que quedase en la memoria de la Humanidad como algo único. Tengo escrúpulos, pero  también fantasía. Inventar un modo masónico absolutamente nuevo, después de tantos siglos en que los masones se torturan la mente y se encasillan, lo masónicamente nuevo no está al alcance de todos, de eso me he dado cuenta. ________ No bastan una inteligencia superior, porque en mi cuadro masónico  hay hermanos más inteligentes que yo, pero que lamentablemente se han hecho cómplices de las muchas mentiras que se dicen en las universidades, las cuales se usan para condicionar a la humanidad, han escrito libros, pero solamente repiten los esquemas gastados de su partidos políticos, no culpemos  la abundancia o falta  de dinero, pero si a la total falta de ideas: es preciso la intuición mágica masónica  de lo nunca visto, la potencia de un espantoso genio liberal, que diga un hasta aquí a lo político, a lo religioso y a la ciencia, y de que ahí parta un Nuevo Orden. Y esto son cosas que no se compran ni se improvisan, no se ganan con grados masónicos, mi menos usando costosos mandiles, si surgen por el hambre, pero por el hambre de nuevas ideas. Sin contar que el resultado puede ser, en vez de la fama eterna, la breve popularidad de la silla eléctrica. Podría para pasar a la historia  como otros,  intentar el camino opuesto al masónico: el del dogma. Algunos santos, algunos filántropos, gozan de una fama duradera y de primera magnitud. Pero no me atrevo a verme entre los que rezan o a hacer una campaña para la redención religiosa de los salvajes en las grandes ciudades modernas. Mi amor por los hombres sería falso si impusiera el dogma, hipócrita y por eso ineficaz para mi satisfacción. Mi instinto es hacer despertar consciencias más que socorrerlos en sus sueños. Y, sin embargo, no estoy resignado a la oscuridad definitiva dentro de una Logia Masónica, al hundimiento en el silencio. ________ He consumido más de la mitad de mis años para conquistar la luz masónica. Pero  temo que, al fin, mi vida se pueda convertir más que un pésimo trayecto masónico, si  no he trasmitido a otros la verdadera idea de la  masonería, entonces el ser masón no tuvo la  mínima utilidad, porque la masonería debe ser  positiva  innovación constante.